QUE TRISTE REALIDAD cómo contrasta el salvador de antaño, con el moderno damos lastima. Mientras unos desbocan su verborrea por la navidad otros menos precian su pasado y otros hipócritas calzan sus palabras dentro de un pozo de agua sucia y los políticos comen mierda y soplan Pelotas de cascajo remolido y llena sus bolsillos con el dinero sagrado del pueblo. Y los otros matan como si fuesen animales a todo humano que se asoma por la ventana de la puta delincuencia infectada dentro de un pueblo llamado el Salvador. Ahora bien la dolencia de la que padecen los políticos parece no afectar y se enfrascan en la no solución de la problemática. Está evidenciado del como las hipocresías políticas aflora dentro de un calificativo llamado monopolio político. Que lo que menos busca son soluciones. La izquierda salvadoreña preñada desde un inicio por, una serie de flaquezas y deslices de mentiras y más aún con un apuñalado a la población arrastrada por la incertidumbre del
Cuando dialogamos con cual quier personas nuestra meta no es convenser ,si no tener puntos de encuentro