“No digan cambio climático”: los términos prohibidos por una agencia del gobierno de EE.UU.
BBC Mundo
“Eviten” usar el término “cambio climático” y reempláncenlo con el concepto “extremos del clima”. |
Eso es lo que el Servicio de Conservación de Recursos Naturales del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) les dijo a sus empleados.
En un correo electrónico interno enviado por la directora de Salud del Suelo, Bianca Moebius-Clune, y divulgado recientemente por medios como el británico The Guardian, los funcionarios recibieron una lista de otros términos “prohibidos” y sus reemplazos aceptables.
La medida coincide con el anuncio del inicio del retiro formal de EE.UU. del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, presentado en un documento por la administración Trump a la ONU el pasado viernes 4 de agosto.
El Acuerdo de París fue firmado por 195 países en diciembre de 2015, con el fin de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero y ayudar a las naciones más pobres a adaptarse a un planeta que ya ha cambiado.
La sustitución del leguaje sobre el clima global parece reflejar la perspectiva del presidentede EE.UU. de que la actividad humana y las regulaciones del Estado para controlar la temperatura de nuestro planeta no tienen un impacto real.
El correo electrónico de la señora Moebius-Cline indicó que “la adaptación al cambio climático” debería ser suplantada con la frase “resistencia a los extremos del clima”.
Igualmente, instruyó al plantel del Servicio de Conservación de Recursos Naturales a reemplazar “reducción de gases con efecto invernadero” por “incremento de la eficiencia del uso de nutrientes”, y “aislar (emisiones de) carbono” por “producir suelos de materia orgánica”.
Los cambios también parecen apoyar las repetidas afirmaciones de la administración Trump de que promulgará políticas que restauren la industria de carbón estadounidense, que ha estado en declive desde los años 70.
Moebius-Cline recalcó en su correo que “no cambiaremos el modelo, únicamente la manera en la que hablamos de éste. Hay muchos beneficios de poner el carbón otra vez en la agenda”.
El presidente Trump dijo en una ocasión que el cambio climático era un engaño perpetrado por los chinos y que su rechazo al Acuerdo de París se debía a que ese pacto internacional colocaba a los trabajadores estadounidenses en una “desventaja económica”.
Los críticos de Trump alegan que su gobierno ha demostrado una continua desestimación de la evidencia científica sobre el cambio climático y que el mandatario no ha presentado datos rigurosos para respaldar sus políticas.
La Casa Blanca frenó la publicación de un informe sobre el clima basado en las investigaciones de científicos de 13 agencias federales alegando que está bajo revisión pues sus conclusiones sobre los daños trascendentales ocasionados por el calentamiento global no concuerdan con la perspectiva de la administración Trump.
No obstante, el informe conocido como Reporte Especial de Ciencia Climática, fue filtrado tan pronto se conoció sobre el correo electrónico del USDA.
El informe concluye que es “extremadamente probable” que más de la mitad del incremento de temperatura en las últimas cuatro décadas se debe a la actividad humana.
“Muchas líneas de evidencia demuestran que las actividades humanas, especialmente las emisiones de gases con efecto invernadero (que atrapan el calor) son las principales responsables de los cambios climáticos recientemente observados”.
También indica que “no hay aclaraciones alternativas que puedan explicar” esos cambios.
Las conclusiones del reporte ponen al descubierto el conflicto entre los científicos del gobierno y el propio presidente Trump.
También contradicen tanto al director de la Agencia de Protección Ambiental, Scott Pruitt, como al secretario de Energía, Rick Perry, quienes se encuentran entre los jefes de los 13 departamentos del gobierno que deben aprobar formalmente una versión final del informe para su publicación a más tardar el 18 de agosto.
Curiosamente, el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore, un aguerrido activista del medio ambiente, se encuentra en Londres para el estreno de “Una secuela inconveniente”, su segundo documental sobre los peligros del cambio climático.
Gore le dijo a la BBC que, mientras el presidente Trump esté rodeado de personas que niegan los efectos del cambio climático, seguirá blindado a la evidencia científica y su política no cambiará de rumbo.
El ex vicepresidente se refería tanto a Scott Pruitt como a Rick Perry, quienes continuamente han cuestionado los estudios sobre los efectos del cambio climático y el calentamiento global, así como el principal científico del USDA, Sam Clovis, escogido por Trump aunque no tiene trayectoria científica.
En un correo electrónico interno enviado por la directora de Salud del Suelo, Bianca Moebius-Clune, y divulgado recientemente por medios como el británico The Guardian, los funcionarios recibieron una lista de otros términos “prohibidos” y sus reemplazos aceptables.
La medida coincide con el anuncio del inicio del retiro formal de EE.UU. del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, presentado en un documento por la administración Trump a la ONU el pasado viernes 4 de agosto.
El Acuerdo de París fue firmado por 195 países en diciembre de 2015, con el fin de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero y ayudar a las naciones más pobres a adaptarse a un planeta que ya ha cambiado.
La sustitución del leguaje sobre el clima global parece reflejar la perspectiva del presidentede EE.UU. de que la actividad humana y las regulaciones del Estado para controlar la temperatura de nuestro planeta no tienen un impacto real.
El correo electrónico de la señora Moebius-Cline indicó que “la adaptación al cambio climático” debería ser suplantada con la frase “resistencia a los extremos del clima”.
Igualmente, instruyó al plantel del Servicio de Conservación de Recursos Naturales a reemplazar “reducción de gases con efecto invernadero” por “incremento de la eficiencia del uso de nutrientes”, y “aislar (emisiones de) carbono” por “producir suelos de materia orgánica”.
Los cambios también parecen apoyar las repetidas afirmaciones de la administración Trump de que promulgará políticas que restauren la industria de carbón estadounidense, que ha estado en declive desde los años 70.
Moebius-Cline recalcó en su correo que “no cambiaremos el modelo, únicamente la manera en la que hablamos de éste. Hay muchos beneficios de poner el carbón otra vez en la agenda”.
El presidente Trump dijo en una ocasión que el cambio climático era un engaño perpetrado por los chinos y que su rechazo al Acuerdo de París se debía a que ese pacto internacional colocaba a los trabajadores estadounidenses en una “desventaja económica”.
Los críticos de Trump alegan que su gobierno ha demostrado una continua desestimación de la evidencia científica sobre el cambio climático y que el mandatario no ha presentado datos rigurosos para respaldar sus políticas.
La Casa Blanca frenó la publicación de un informe sobre el clima basado en las investigaciones de científicos de 13 agencias federales alegando que está bajo revisión pues sus conclusiones sobre los daños trascendentales ocasionados por el calentamiento global no concuerdan con la perspectiva de la administración Trump.
No obstante, el informe conocido como Reporte Especial de Ciencia Climática, fue filtrado tan pronto se conoció sobre el correo electrónico del USDA.
El informe concluye que es “extremadamente probable” que más de la mitad del incremento de temperatura en las últimas cuatro décadas se debe a la actividad humana.
“Muchas líneas de evidencia demuestran que las actividades humanas, especialmente las emisiones de gases con efecto invernadero (que atrapan el calor) son las principales responsables de los cambios climáticos recientemente observados”.
También indica que “no hay aclaraciones alternativas que puedan explicar” esos cambios.
Las conclusiones del reporte ponen al descubierto el conflicto entre los científicos del gobierno y el propio presidente Trump.
También contradicen tanto al director de la Agencia de Protección Ambiental, Scott Pruitt, como al secretario de Energía, Rick Perry, quienes se encuentran entre los jefes de los 13 departamentos del gobierno que deben aprobar formalmente una versión final del informe para su publicación a más tardar el 18 de agosto.
Curiosamente, el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore, un aguerrido activista del medio ambiente, se encuentra en Londres para el estreno de “Una secuela inconveniente”, su segundo documental sobre los peligros del cambio climático.
Gore le dijo a la BBC que, mientras el presidente Trump esté rodeado de personas que niegan los efectos del cambio climático, seguirá blindado a la evidencia científica y su política no cambiará de rumbo.
El ex vicepresidente se refería tanto a Scott Pruitt como a Rick Perry, quienes continuamente han cuestionado los estudios sobre los efectos del cambio climático y el calentamiento global, así como el principal científico del USDA, Sam Clovis, escogido por Trump aunque no tiene trayectoria científica.
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