A la reunión le faltaba una evidencia con la que cuentan las otras juntas entre políticos y mareros: una imagen. El Faro obtuvo varias fotografías de la reunión, celebrada el lunes 21 de diciembre de 2015 en una sucursal de Pizza Hut en la capital, en las que se reafirma que participaron pandilleros y aparecen Mario Durán y Carlos Marroquín, entonces funcionarios de la Alcaldía de San Salvador encabezada por Nayib Bukele y hoy Ministro de Gobernación y director de la oficina de Reconstrucción del Tejido Social de la Presidencia. Cuando El Faro reveló la existencia de esta reunión, en 2018, Durán dijo no recordarla porque se reunía "con distintas personas todo el tiempo", a pesar de que a la salida de aquel encuentro fue detenido por la Policía para identificarlo. La Policía seguía a uno de los pandilleros como parte de la Operación Jaque. En la reunión, como confirman las imágenes, solo participaron los dos funcionarios y tres pandilleros. Uno de ellos, Renuente, era ranflero de la MS-13 y a lo largo de su trayectoria delictiva había sido parte de conspiraciones para asesinar a políticos y comprar armas para matar a policías, según 24 intervenciones telefónicas que El Faro tiene en su poder.
En junio de 2018, este periódico publicó un reportaje titulado "Nayib Bukele también pactó con pandillas", que daba cuenta de esta reunión y de otras negociaciones entre el gobierno municipal del ahora presidente de la República y miembros de maras. Cuando ocurrieron en 2015, los seguimientos eran parte de la Operación Jaque, el eslabón más conocido de la estrategia de la Policía llamada Plan 300, que pretendía desmantelar las finanzas de la Mara Salvatrucha-13 en El Salvador. Fiscales y policías escuchaban las conversaciones de algunos pandilleros y ordenaban seguimiento a algunos. Uno de ellos, Edwin Ernesto Cedillos Rodríguez, conocido en la pandilla como Renuente, ranflero nacional en aquel entonces y líder de la clica Abriles Danger Locos Salvatrucha, condujo a los policías hasta la reunión en la citada pizzería del centro comercial Multiplaza. Esas escuchas fueron anexadas a los procesos judiciales.
Según El Faro documentó en su reportaje de 2018, en la reunión los pandilleros pidieron $10,000 dólares a Durán y Marroquín para dejar a la municipalidad operar en sus zonas, pero estos solo les ofrecieron láminas para sus comunidades. La reunión no era el inicio de un diálogo, sino la continuación de uno que la alcaldía de Bukele había abierto un año antes con los pandilleros, que continuaría durante toda la administración y que fue clave para que se pudieran realizar obras como el Mercado Cuscatlán.
Cuando dos años y medio después de aquella reunión, el 10 de junio de 2018, periodistas de El Faro se reunieron con Durán, entonces concejal de la Alcaldía que fungía como alcalde interino de San Salvador en ausencia de Bukele, el funcionario dijo no recordar detalles ni reuniones con pandilleros. Este periódico pudo documentar aquella reunión con fuentes, pero también porque, tras finalizar esta, los policías que seguían a Renuente detuvieron a Durán, pues no sabían quién era. Todo quedó consignado en actas policiales. En el momento de aquella reunión, Durán no tenía la exposición pública que tiene hoy.
Desde el inicio del gobierno de Bukele, en junio de 2019, Durán es ministro de Gobernación, y recién la semana pasada anunció que competirá por la candidatura a alcalde capitalino en las elecciones de 2021 en las internas de Nuevas Ideas, el partido que acuerpa a Bukele y que dirige su primo, Xavier Zablah Bukele.
Marroquín, el otro funcionario de gobierno que estuvo en aquella reunión, tenía un perfil aún menor que el de Durán. Era jefe de la Unidad de Reconstrucción del Tejido Social de la Alcaldía, una oficina que, para implementar proyectos en áreas de la ciudad bajo control de las pandillas, tenía que lidiar constantemente con el poder de estas. Tras el triunfo de Bukele en las elecciones presidenciales de 2019, Marroquín se convirtió en director de una dependencia creada por esta administración: la oficina de Reconstrucción del Tejido Social de la Presidencia, que desarrolla intenso trabajo territorial con jóvenes en áreas desfavorecidas. Tanto Durán como Marroquín son dos de los funcionarios de este gobierno cuyo trabajo implica constante contacto con comunidades de todo el país.
El Faro obtuvo las fotografías de aquella reunión gracias a uno de los investigadores que participó en el operativo de seguimiento a Renuente, y que llevó a los agentes hasta los funcionarios públicos.
El investigador explicó que los equipos realizaron unas 50 “operaciones de vigilancia” para cubrir reuniones de los “sujetos de interés". Además de la reunión con Durán, los equipos de vigilancia documentaron que Renuente se movía en un vehículo de la alcaldía de San Pedro Masahuat, La Paz, municipio que en ese momento gobernaba el efemelenista Carlos Alberto Ramos Rodríguez, quien el pasado 30 de junio se inscribió como precandidato a alcalde por el partido Gana. Renuente no llegó a la reunión en la Pizza Hut en ese vehículo, sino que fue detenido cuando lo abordaba en una gasolinera en la carretera a Comalapa, el 14 de diciembre de 2015, siete días antes de la reunión con Durán.
Las fotos fueron tomadas desde diferentes ángulos por policías encubiertos dentro del restaurante. En la mesa, aparte de Durán, Marroquín y Renuente, estaban el Chele de la Iberia, líder de la clica Iberias Locos Salvatrucha, quien sirvió como enlace para la reunión según información del policía que participó en el seguimiento; y otro pandillero, que en la fotografía aparece con gorra, y que una fuente que conoció de la reunión describió a este medio como "un pandillero que hacía de motorista". Ninguno de ellos dos era el interlocutor importante de ese día: la conversación era entre los funcionarios y Renuente.
Renuente tenía meses siendo escuchado por la Policía porque lo identificaban como uno de los máximos líderes de la MS-13 en el año más homicida que el país ha tenido en lo que va de siglo, cuando hubo 103 homicidios por cada 100,000 habitantes.
Durán y Marroquín se sentaron en la pizzería a hablar con un hombre que, según las investigaciones policiales, en esos meses había conversado con otros líderes de su pandilla sobre la posibilidad de asesinar al diputado Guillermo Gallegos, de Gana, el partido con el que Bukele llegó a la Presidencia; o que había coordinado la compra de armas largas para asesinar a policías. Todo esto quedó registrado en escuchas telefónicas que El Faro tiene en su poder y reproduce parcialmente en este reportaje.
En aquel momento, Renuente y otros pandilleros cometían decenas de delitos a diario. Según el ordenamiento fiscal de las escuchas telefónicas, entre el 4 de noviembre y el 16 de diciembre de 2015, cinco días antes de la reunión en la pizzería, los pandilleros hicieron 20 “meetings” (reuniones internas de la pandilla) en los que dieron “luz verde” (órdenes de matar) para 162 homicidios, coordinaron 24 compras de armas, 19 compras de drogas y 27 operaciones de lavado de dinero en forma de préstamos para negocios, o compras de motos y carros con dinero de origen ilegal.
Producto de la investigación policial y de las escuchas telefónicas se consiguió perfilar a Renuente como un líder muy activo, que cambió seis veces de teléfono en cinco meses, que coordinó la compra de fusiles AR-15, M-16, AK-47, granadas fragmentarias, chalecos antibalas y que conspiró para asesinar a políticos como Gallegos y el ahora diputado efemelenista Carlos “El Diablito” Ruiz.
A las 9:15 de la mañana de este martes 7 de julio, El Faro entregó dos cartas en Casa Presidencial, dirigidas a la secretaria de Comunicaciones de la Presidencia, Sofía Medina, y al secretario de Prensa de la Presidencia, Ernesto Sanabria. En las cartas, se mencionaba que El Faro contaba con fotografías que perfilaban aquella junta, y se pedía una respuesta oficial de parte de los involucrados. Nadie respondió. Ya es habitual que ninguno de los dos funcionarios del Ejecutivo que se dedican a tratar con la prensa conteste las peticiones de este medio. A las 9:25 de la mañana de este lunes, El Faro llamó a Juan Carlos Turcios, jefe de comunicaciones del ministerio de Gobernación, dirigido por Durán. Se le explicó el contenido de la investigación y se le pidió un enlace telefónico con el ministro, quien el fin de semana confirmó estar contagiado de Covid-19. Turcios dijo que lo intentaría. El periodista explicó que la respuesta era urgente, pues la publicación estaba pronta a ocurrir, y preguntó a Turcios si era necesario entregar una carta en Gobernación. Turcios respondió: "si ya dejaste las cartas a los secretarios, ya llegaste arriba. Yo no tengo más poder. Voy a ver si logro localizarlo". El martes 7 de julio de 2020, a las 08:56 de la mañana, El Faro también llamó a Marroquín y le dejó un mensaje en una de sus redes sociales, pero hasta el cierre de esta nota no había respondido.
Este periódico también llamó al celular del excalde de San Pedro Masahuat, Ramos Rodríguez, le escribió un correo electrónico, le dejó un mensaje en su red social Facebook y lo intentó contactar por medio del Consejo Directivo del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, del cual ha formado parte, pero no se obtuvo ninguna respuesta. “Aquí no hay nadie con ese nombre”, respondió la persona que atendió el teléfono donde, según el portal de transparencia del gobierno, se puede contactar a Ramos Rodríguez.
¿Quién es Renuente?
Edwin Ernesto Zedillos Rodríguez, conocido en su pandilla como Renuente o Pulga, es líder de la clica Abriles Danger Locos Salvatrucha, que ejerce su control criminal sobre la comunidad 22 de Abril, en Soyapango, y forma parte de uno de los “programas” (conglomerado de clicas) más poderosos del país: el programa Centrales. Renuente escaló la pirámide de liderazgo de la Mara Salvatrucha-13 hasta llegar a formar parte del máximo organismo de dirección nacional de esa estructura: la ranfla de la pandilla.
El 1 de noviembre de 2015, a las 9:33 de la mañana -poco más de un mes antes de la reunión con los funcionarios municipales- Renuente se enlazó con Wilber Antonio Villatoro Flores, alias Lento, líder de la clica Camaradas, que opera en Usulután. La llamada duró apenas un minuto con dos segundos, porque Renuente tenía una sola pregunta que hacer a Lento: “Aparece en un listado de que usted hizo tres compras de tres chuchulucos (fusiles, en argot pandillero). Nomás quieren saber a quién se los entregó”. Lento responde que las armas fueron entregadas a Chino, de la clica Sailors Locos Salvatrucha, que opera principalmente en San Miguel. Con la respuesta, Renuente se dio por satisfecho.
Cuando Renuente asumió su posición jerárquica, la MS-13 venía de dos fracasos rotundos en sus primeros intentos de diálogo con estamentos oficiales del Estado y con partidos políticos: el primero de esos experimentos fue la negociación con el gobierno de Mauricio Funes, conocido como La Tregua. El segundo, fue el pacto que sellaron con el FMLN para impulsar la candidatura del ex presidente Salvador Sánchez Cerén. Una vez que el partido de izquierda llegó al poder, abandonó todos los compromisos adquiridos con la pandilla y la combatió a punta de plomo. En vísperas de 2016, la Mara Salvatrucha-13 preparaba un plan para combatir al Estado con fuego: la pandilla se alistaba para formar un ejército de sicarios, experimentados y fuertemente armados, cuyos principales objetivos serían policías, funcionarios públicos o miembros de partidos políticos, particularmente del FMLN y GANA.
Renuente era parte clave de este plan. Su misión, según se documentó en las investigaciones y seguimientos policiales, era la de recaudar dinero de la pandilla para adquirir armamento. El Faro conversó en julio de 2020 con un comisionado policial que en aquel entonces participó en el diseño de la Operación Jaque, que terminó con las escuchas a Renuente. Sobre las intervenciones y seguimientos, el jefe policial dijo: "Había un montón de pandilleros, palabreros, líderes, pero decidimos escuchar y seguir a los más gruesos, a los que manejaban la plata o hablaban de matar policías y comprar armas largas. Él (Renuente) fue uno de los que había que seguir. Era claro, solo había que escucharlo decir lo que decía en las llamadas. Era un líder, un ranflero de la pandilla, otros le llamaban para pedirle consejo o pedirle permiso para delinquir".
La actividad criminal de Renuente era plena tanto antes como después de la reunión con los entonces funcionarios municipales. Cinco meses después de su reunión con Durán y Marroquín -el 12 de mayo de 2016, a las 11:15 de la mañana- Renuente llama a Luis Miguel Flores López, conocido como Sicario de Alaskas, jefe del programa Buenos Criminales, que opera en Ilopango, San Martín y Zaragoza. Durante la llamada, Sicario se dirige a Renuente como líder y le plantea algunas propuestas: “Mirá, Renuente, te voy a decir una cosa yo, si vos me pedís a mí dos locos de mi clica o me me pedís a mí que vaya a darlo todo… Yo me aviento, pero sabés que tengo familia al igual que todos, perro… Sabés que el Barrio no te está dando las prestaciones para que vos te tirés al 100%... El Barrio tiene que decir: ‘ma, ve, Sicario, aquí está tu moto, tu cuete personal, aquí está tu dinero para que no andés en la calle…”
Renuente se muestra de acuerdo con el reclamo de Sicario, pero hace algunas observaciones: “Ahorita le estamos poniendo un gran empeño a rebuscarnos por los fierros (armas), va, es lo más importante”. El subalterno se muestra dispuesto a entregar todo el dinero recaudado por su programa para “el proyecto”, pero exige resultados: “esto es porque nos están cobrando por Gallegos, unos dos meses (de aportar dinero) y, al tercer mes, viene ese culero para abajo o cualquier otro funcionario. Ahí anda el Diablito del FMLN que ahí se llega a poner por la Plaza Mundo en ocasiones, es tocarle la gente a estos culeros… Es de atacar, es de atacar y que nos valga verga, de todos modos ya estamos subidos en el desvergue, Renuente… A nosotros como (programa) Buenos Criminales nos pela la verga dar lo de tres meses, pero que al tercer mes se muera Gallegos o se muera un funcionario”, exige Sicario.
Renuente responde escueto: “Simón, ahí vamos a hacer todo lo que tengamos que hacer”. En 2015 y 2016 las pandillas asesinaron a 104 policías.
Según las investigaciones policiales y fiscales, cuando ocurrió la reunión con el actual ministro de Gobernación, Renuente era parte clave del “proyecto” de la Mara Salvatrucha-13 para arremeter contra el Estado, y uno de sus principales objetivos era el diputado Gallegos, dirigente de GANA, el partido que permitió al presidente Bukele llegar al poder, y a Durán convertirse en ministro.
La mañana de este 7 de julio, El Faro buscó al diputado Gallegos en el Centro Cultural Legislativo, donde el diputado participaba en las entrevistas a los candidatos a la Corte de Cuentas. El Faro mostró a Carlos Rodríguez, asesor de Gallegos, el contenido de las conversaciones intervenidas en las que los pandilleros mencionaban al diputado, para gestionar una entrevista. El diputado se negó. Cuando un periodista se le acercó, en un receso de las entrevistas, el diputado se alejó y se dirigió a un salón del Centro Cultural al que los periodistas no tienen acceso.
El 10 de junio de 2020, El Faro contactó por primera vez a uno de los policías que formó parte del equipo de análisis y seguimiento de la Operación Jaque. Ese investigador tuvo acceso a intervenciones telefónicas, a fotografías captadas en los seguimientos de los sospechosos, y a una serie de información que nunca trascendió del proceso judicial a la esfera pública. “Nosotros montamos múltiples dispositivos de seguimiento, perfilamos a políticos que constantemente se reunían con líderes pandilleros, pero los fiscales no tuvieron valor de topar con todos”, lamenta el policía.
El investigador proporcionó múltiples fotografías y perfiles de pandilleros. Entre las fotografías están las del ministro Durán y Marroquín reunidos con Renuente en la sucursal de la Pizza Hut de Multiplaza. “Esta foto aparece en el contexto de la Operación Jaque, nosotros lo perfilamos a él (Durán) como un emisario de Nayib Bukele (entonces alcalde de San Salvador)”, cuenta el investigador.
Uno de los fiscales que tuvo acceso a esta información explica que la Operación Jaque formaba parte de un plan más ambicioso conocido como “Plan 300”. El plan pretendía asestar una serie de golpes al soporte económico de la pandilla y estaba compuesto por varias etapas: Operación Jaque, Operación Libertad, Operación Tecana y Operación Cuscatlán. “Hicimos una serie de intervenciones telefónicas y el caso se nos hizo tan grande, pero tan grande, que no teníamos la capacidad de procesar toda la información. No me recuerdo si teníamos información de él (Durán), recuerde que en ese tiempo esta gente no era nadie”, apunta el fiscal.
La foto que faltaba
La fotografía del ministro Durán con Renuente se suma a una serie de imágenes que retratan las reuniones a escondidas entre políticos y pandilleros. Una serie de intervenciones telefónicas, audios, videos y fotografías detallan que las pandillas fueron un actor clave en la elección presidencial de 2014, así como en las elecciones municipales de 2015, cuando miembros de Arena y FMLN, negociaron con estos grupos criminales.
El Faro reveló que Ernesto Muyshondt, alcalde de San Salvador y candidato a la reelección por el partido Arena, se reunió con representantes de la Mara Salvatrucha-13 y las dos facciones del Barrio 18. La reunión ocurrió entre enero y febrero de 2014, cuando Muyshondt era diputado, vicepresidente de ideología de Arena y vocero oficial de la campaña presidencial de Norman Quijano. Cinco años después, en noviembre de 2019, un juez divulgó durante un juicio un video de Quijano reunido con pandillas. La Fiscalía pidió un antejuicio contra el excandidato presidencial, pero la Asamblea Legislativa no le retiró el fuero. El presidente Bukele y muchos miembros de su gabinete han atacado desde sus redes sociales y conferencias de prensa a los diputados que impidieron el desafuero de Quijano. La versión gubernamental era que los videos, aunque apenas se escuchaba su contenido, eran prueba suficiente de que Quijano había tenido reuniones con pandilleros, y que eso bastaba para que la Fiscalía tuviera que encargarse.
En octubre de 2016, El Faro publicó otros dos videos que detallaban los alcances de las negociaciones secretas que representantes del FMLN sostuvieron con jefes de las tres principales pandillas. En uno de los videos aparece el exministro de Seguridad Pública y exdiputado, Benito Lara; mientras que en el segundo aparece el exministro de Gobernación, Arístides Valencia, quien ofreció poner a disposición de las pandillas un fondo de $10 millones para microcréditos. Muyshondt, Lara y Valencia están actualmente procesados por participar en estas reuniones. Hay imágenes de todas esas reuniones, y ahora también de la que sostuvo Durán y Marroquín.
Con información de Nelson Rauda
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