Gracias a su estrecha colaboración, Moscú y Pekín pueden crear condiciones para poner fin a la supremacía del dólar estadounidense en el sistema monetario internacional.
Uno de esos pasos es la apertura de la primera sucursal del Banco Central de Rusia en el extranjero; el 14 de marzo la oficina abrió sus puertas en Pekín, China. Según el periódico South China Morning Post, esta medida forma parte del acuerdo entre ambos países para establecer lazos económicos más estrechos.
Además, Moscú y Pekín buscan facilitar las exportaciones de oro de Rusia a China.
"Según distintos observadores, el 'hambre' que tiene Pekín por el precioso metal puede servir para la creación de una nueva moneda respaldada con oro, la cual en el futuro podría sustituir al mutilado sistema del dinero fiduciario. De esta manera, será más difícil para el dólar preservar su papel dominante", afirma Maier.
El dinero fiduciario está basado en la confianza de la comunidad donde circula esta divisa, ya que no es respaldada por metales preciosos.
© SPUTNIK/ VLADIMIR SERGEEV
Actualmente, el ataque al dólar se efectúa de forma simultánea desde varios niveles.
"Si otros países se unen a Rusia y China, el dólar tendrá menos oxígeno. Por lo que Washington gozará de un menor número de las posibilidades para influir en la geopolítica. Hoy en día de verdad se puede hablar de que Moscú y Pekín están neutralizando al dólar, aunque lo hagan con pasos pequeños", concluye el columnista.
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