¿Cuánto tiempo puede sobrevivir sin agua una persona?
Imagina que dejara de existir el agua del grifo, que los ríos y arroyos se secaran, y que los océanos se convirtieran en valles secos. ¿Cuál sería tu reacción? Y lo más importante, ¿cuánto tiempo podrías sobrevivir sin agua?
En realidad, no hay un indicador confiable que pueda pronosticar en cuánto tiempo la deshidratación mataría a una persona. Varios blogs de supervivencia estiman que, en el mejor de los casos, una persona puede sobrevivir en promedio entre 2 días y una semana sin líquidos.
La salud, el clima y nos niveles de actividad física son factores que pueden determinar el tiempo que una persona podría sobrevivir sin agua. Según la Clínica Mayo, los adultos mayores, los niños, las personas que sufren enfermedades crónicas y las que se ejercitan al aire libre corren un particular riesgo de deshidratación.
El doctor Randall K. Packer, profesor de biología en la Universidad George Washington, explicó en Scientific American:
En condiciones muy extremas la muerte puede llegar bastante rápido. Por ejemplo, un niño que se queda en un coche caliente o un atleta que hace mucho ejercicio cuando hace calor puede deshidratarse, sobrecalentarse y morir en unas pocas horas. En cambio, un adulto en un entorno confortable, puede sobrevivir durante una semana o más con una ingesta de agua restringida.
Los ambientes demasiado calurosos pueden hacer que los adultos pierdan entre 1 y 1,5 litros de líquido por hora a través de la sudoración.
Por lo general, cuando una persona está lo suficientemente deshidratada como para enfermarse, sufre al mismo tiempo de sobrecalentamiento, lo que significa que la temperatura interna del cuerpo es muy alta.
Entonces, ¿cuánta agua necesita perder una persona para que se produzca una deshidratación severa?
De acuerdo con lo establecido por el Servicio Nacional de Salud en el Reino Unido, la deshidratación severa se produce cuando el cuerpo pierde alrededor del 10% de su peso total debido a la pérdida de agua. Sin embargo, se trata de una medición demasiado compleja de utilizar en la práctica.
Pero si en un día caluroso se pierden 1,5 litros de agua por hora, estaríamos hablando de una deshidratación que puede complicarse mucho más rápido de lo que sugiere la sabiduría convencional.
Inmediatamente los niveles de agua de una persona descienden por debajo de una cantidad saludable, aparecen síntomas característicos como: sed, fatiga, piel seca, mareos, aturdimiento, boca seca y alteración del pulso y respiración. En el caso de los niños, su llanto suele carecer de lágrimas, mientras que sus ojos, mejillas y barrigas se hunden. Además, se vuelven apáticos y su piel no se aplana después que se les pellizca y suelta.
Los especialistas explican que a medida que caen los niveles de agua dentro del cuerpo, el líquido se desvía para llenar órganos vitales con sangre, provocando que las células de todo el cuerpo se encojan. Y como a las células cerebrales les ocurre lo mismo, el cerebro se vuelve más pequeño, ocupa menos espacio en el cráneo y los vasos sanguíneos que lo conectan con el interior del cráneo pueden separarse y romperse.
Los riñones generalmente son los primeros órganos que fallan, dejando de eliminar los elementos tóxicos de la sangre. En ese punto, el volumen de la sangre disminuirá y todos los demás órganos comenzarán a fallar hasta desatar la muerte.
Si bien esta alteración del cuerpo puede ser fácil de prevenir y tratar, dado que todo se reduce a reponer agua y electrolitos, lamentablemente todos los días mata a muchos niños en lugares del mundo donde no hay agua potable. Según la Organización Mundial de la Salud, más de medio millón de niños mueren cada año por deshidratación causada por diarrea, la segunda causa de muerte en niños menores de 5 años.
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