¿Por qué las personas pobres tienen un mayor riesgo de enfermedad cardíaca?
Las estadísticas muestran que cuanto menos recursos económicos tengas, mayor será tu riesgo de tener problemas cardíacos. Un nuevo estudio proporciona evidencia convincente por una razón clave detrás de este fenómeno: las personas más pobres simplemente no duermen tanto.
Las condiciones laborales
Unos ingresos más limitados generalmente significa que las personas dependen más del trabajo por turnos, o tienen que mantener varios trabajos, o no tienen otra opción que trabajar en condiciones ruidosas y exigentes, y ninguno de esos escenarios es propicio si se pretende dormir bien por la noche.
Luego aparece el estrés y las tensiones adicionales de vivir de un día de pago a otro, lo que suele generar preocupaciones que llevan fácilmente a dar muchas vueltas en la cama a la hora de dormir. Parece que al menos parte de la asociación entre el estado económico y la salud del corazón se puede atribuir a la cantidad y calidad del sueño.
Esta última investigación reunió datos sobre 111,205 personas de ocho estudios anteriores en Europa, y encontró que el 13.4 por ciento de la relación entre la ocupación y la enfermedad coronaria podría atribuirse a la falta de sueño, aunque este factor solo se mostró significativamente en los hombres.
Distintos estudios han relacionado el sueño con todo tipo de efectos en la salud, como nuestro riesgo de depresión y fallas en la memoria. El descanso adecuado es esencial para restaurar y recargar el cuerpo , y si no dormimos lo suficiente, rápidamente comenzamos a sentirlo.
En cuanto a la salud cardiovascular, su asociación con el sueño ahora está bien establecida. Durante el auge económico en la década de 1980, en Japón, por ejemplo, la mayoría de las muertes atribuidas al exceso de trabajo fueron causadas por problemas cardíacos.
Los bajos ingresos afectan más a los hombres
El nuevo trabajo une algunos de estos puntos por primera vez: la relación entre el sueño, los ingresos y los trastornos cardiovasculares (ECV).
Cuando se trata de demostrar quiénes tienen una relación más fuerte entre el sueño, la situación económica y la ECV, los científicos sugieren que las mujeres son generalmente más propensas a estar ya bajo estrés y presión debido a sus responsabilidades domésticas, por lo que la carga de un trabajo manual de bajos ingresos podría ser menor para las mujeres que para los hombres.
No es difícil pensar en otras formas en que un estilo de vida más rico podría llevar a una rutina más descansada: te puede permitir tener una casa más grande en un vecindario más tranquilo, o puede que no tengas que viajar tan lejos para trabajar, o podría permitirte contratar ayuda extra en la casa.
Los autores de la investigación reconocen lo difícil que ha sido agrupar los datos de múltiples estudios, que incluyeron, por ejemplo, una combinación tanto de sueño autoinformado como de sueño medido científicamente. Así entonces, señalan que aún es demasiado pronto para afirmar que este vínculo está definitivamente confirmado.
Sin embargo, es una muestra impresionante y grande que se ha cotejado, y ciertamente sugiere cómo la sociedad podría tratar de reducir el riesgo de enfermedades cardíacas en las partes más pobres de nuestra comunidad: encontrando maneras de priorizar a las personas para que duerman bien.
Al respecto, esto dijo el epidemiólogo Dusan Petrovic, del Centro Universitario de Medicina General y Salud Pública de Suiza:
Se necesitan reformas estructurales en todos los niveles de la sociedad para que las personas puedan dormir más.Por ejemplo, intentar reducir el ruido, que es una fuente importante de trastornos del sueño, con ventanas de doble acristalamiento, limitando el tráfico y no construyendo casas cerca de aeropuertos o autopistas.
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