La izquierda volvió a pecar por ingenua
La dimisión obligada de Evo Morales en Bolivia, es otra muestra del recurrente error de izquierda latinoamericana —y hasta mundial— de no aprender de la historia de este movimiento en esta región, de nuestro pasado y recorrido experiencial.
Lo que acaba de acontecer en el país andino, ya se venía perfilando, hubo varias señales que anunciaban estos acontecimientos desde mucho antes de que las elecciones se dieran –el llamado al desconocimiento de las elecciones, por ejemplo– puesto que estas tácticas de la oposición de dicho país y de la derecha internacional encabezada por Estados Unidos, ya han sido aplicadas a los países de Nuestra América desde hace muchas décadas.
La participación de la OEA en el tablero de ajedrez —con más de 100 golpes de Estado incentivados directa o indirectamente en Latinoamérica— es más que conocida y aún así, dejamos que hicieran lo que les diera la gana e intervinieran en el escenario boliviano. Se le siguió el juego confiando en las normas, a sabiendas que éstas son unilaterales.
Otra vez la izquierda pecó por ingenua. Leyendo y escuchando las opiniones de distintos periodistas, politólogos(as), etc. sobre la situación que está ocurriendo en Bolivia, todos(as) han realizando esta misma reflexión. A partir del análisis en retrospectiva, todos(as) admiten que esta maniobra ha sido utilizada anteriormente en Latinoamérica y muchos(as) enuncian la “ingenuidad” con que obró el gobierno boliviano. En todo caso, lo cierto es que no se actuó cuando se debió, desconociendo historias paralelas como la de Venezuela, bastante reciente cabe aclarar.
Y es que con frecuencia la izquierda es demasiado crédula al confiar únicamente en su trabajo y logros con los sectores populares, si bien esto es primordial y es algo que hay que apuntar, sabemos que por sí sola no es suficiente y es evidente, puesto que la derecha internacional posee varias tácticas y mecanismos que les permite quebrantar el poder popular o influenciarlo hacia donde les conviene.
Al discutir la situación de Bolivia con mis compañeros (as), intercambiando impresiones, todos(as) me decían que no me preocupara porque Evo tiene el apoyo del pueblo: "es el gobierno más fuerte actualmente", "hay que confiar en el pueblo", "el pueblo no lo va a dejar salir"... Y aún así no fue suficiente. O es lo que parece hasta los momentos.
No podemos seguir ganando campos de batalla a partir aprovechar cuando la derecha comete errores evidentes para todo el mundo, y esperar por sí solo que el pueblo se dé cuenta de que la izquierda es el mejor camino o el único posible para obtener una mejor vida para todos(as), y decidan luchar junto nosotras(os).
No podemos seguir ignorando o negándonos a apropiarnos y aprender de los mecanismos históricamente creados por la derecha mundial por considerarlos grotescos –que sí lo son– pero en necesario conocerlos a fondo, estudiarlos, modificarlos y usarlos a nuestro favor; porque ellos(as) sí nos estudian, analizan, nos imitan, etc. con tal de ganarnos la partida; seriamos demasiados inocentes sí no obramos igual.
Claro que hay que obtener la confianza de las personas con trabajo y no con ilusiones, pero no podemos seguir siendo ingenuas(os). No estamos para perder batallas, estamos en una situación bastante floja en el continente, estábamos recuperándonos y ahora perdimos a Bolivia (por los momentos). Debemos empezar a ser estratégicas(os) y tácticas(os), si es necesario. Debemos dejar de ser comeflores [1].
Asimismo, no voy a desconocer el descontento que se encuentra gran parte de la población boliviana, que si bien está en cierta medida, influenciada por los medios de comunicación, no podemos tampoco pretender que no hubo fallos y desaciertos en muchas decisiones que tomó Evo. Sobre esto también hay que evaluar y aprender, también debemos aprender de nuestros errores y de nuestros camaradas latinoamericanos.
Hoy por hoy, Evo Morales tuvo es obligado a renunciar a la presidencia de Bolivia porque no quisimos aprender de nuestra historia continental, no nos apoyamos como debimos, pecamos por ingenuas(os).
Nota
[1] Expresión popular en Venezuela para referirse a las personas demasiados hippies habitualmente inocentes ante la realidad del mundo.
-Ivel Urbina es antropóloga e investigadora en el Museo Antropológico “Francisco Tamayo Yépez”, Venezuela
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