Ir al contenido principal

Fanatismo

Opinión: Fanatismo

Según la Real Academia de la Lengua, el fanatismo consiste en el “apasionamiento y tenacidad desmedida en la defensa de creencias u opiniones, especialmente religiosas o políticas”. Cuando esa defensa se realiza de modo tal que se irrespetan las opiniones y derechos de los demás, se pone en riesgo la armonía y cohesión social. Hay varios signos de fanatismo que deben levantar alertas.
Las personas tienen ideas; los fanáticos, creencias. Estas son sobrevaloras afectivamente por el fanático, quien las vive con gran intensidad. Por eso se altera si se le contradice. De ahí a la violencia verbal o física hay muy poco trecho. Por ejemplo, se está ante un fanático cuando una persona no responde con argumentos a un planteamiento, sino con ofensas e insultos.
Los fanáticos dividen al mundo en dos: nosotros y ellos. Se adhieren incondicionalmente a una causa o ideología, y todo aquel que piensa diferente está en su contra. Frecuentemente, este pensamiento dicotómico también va acompañado de percibirse a sí mismo como víctima, como alguien bondadoso, y al resto como perversos victimarios.
Los fanáticos creen tener la verdad y recurren al odio para compensar su falta de racionalidad. En el fondo, el fanatismo supone un ahorro de energía psicológica, pues no requiere de un trabajo intelectual: no se cuestionan las propias ideas, no se duda, se está seguro siempre de aquello en lo que se cree, y eso les proporciona solaz emocional. Una fanática o fanático ni siquiera pone atención a los argumentos e ideas de otros; todo lo que venga de alguien que no piensa igual es rechazado, por acertado que sea.
Los fanáticos necesitan de un enemigo externo para culparlo de todo, y a ese enemigo atribuyen todas sus frustraciones. Por lo usual, es este un camino sin retorno. Un fanático difícilmente cambia; es más fácil que pase a fanatizarse con otra cosa que se convierta en tolerante. El que fue fanático de un partido político puede llegar a ser fanático de otro, pero difícilmente abandonará el fanatismo como estructura mental. Por eso Voltaire decía que “cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es incurable”.
Es fundamental mantenerse alerta ante signos de fanatismo, porque este mal lleva al extremismo sectario y a la violencia. Si bien el fanatismo es un problema psicológico, no debe perderse de vista sus dimensiones sociales, que en El Salvador se expresan de manera cruda gracias al clima de polarización política y la cultura de la violencia. El Salvador necesita racionalidad, diálogo; no fanatismo.
EDITORIAL UCA.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Las poderosas imágenes de la sangrienta guerra civil que terminó hace 25 años en El Salvador

  Las poderosas imágenes de la sangrienta guerra civil que terminó hace 25 años en El Salvador Fotos: Giuseppe Dezza Textos: BBC Mundo 16 enero 2017 FUENTE DE LA IMAGEN, GIUSEPPE DEZZA Pie de foto, El Salvador pasó en guerra toda la década de 1980. Pero el 16 de enero de 1992 se firmó la paz. Nunca fue oficialmente declarada, pero la guerra civil de El Salvador se prolongó durante más de una década. El conflicto empezó el 10 de enero de 1981, cuando el recién formado  Frente Farabundo Martí para  la  Liberación Nacional (FMLN)  anunció el inicio de su "ofensiva general". Y se prolongó oficialmente hasta el 16 de enero de 1992, cuando se firmaron los llamados  "Acuerdos de Chapultepec" , en la Ciudad de México. BBC Mundo te invita a recordar la firma de esos históricos acuerdos, y los eventos que le precedieron, con esta galería del  fotógrafo italiano Giuseppe Dezza. FUENTE DE LA IMAGEN, GIUSEPPE DEZZA Pie de foto, El conflicto dejó más de 75.000 muertos y desaparec

Vivo orgullosa y agradecida de haberme formado como médico en Cuba

  Respuesta de una médico peruana ante ataque contra Cuba Vivo orgullosa y agradecida de haberme formado como médico en Cuba Por  Edali Ortega Miranda  |  07/05/2021  |  América Latina y Caribe Fuentes:  Diario UNO La autora de este artículo expone su posición ante un panel con insultos a Cuba (Av. República de Panamá-Perú) que forma parte de la campaña de paneles publicitarios contra el comunismo que supuestamente amenaza al Perú mediante el candidato Pedro Castillo. *** No voy a detenerme en la compleja situación de un país (Cuba) que amo profundamente, pues tiene muchas, muchísimas aristas y cada una de ellas merece ser evaluada y escuchada, pero sobre todo juzgada y manejada por su gente, no por personas de otras regiones que no tienen la menor noción de lo que es Cuba y sobre todo de lo que son los cubanos. Sí voy a referirme a lo que nos toca a nosotros, a Perú, un país en franca crisis moral, política, social, económica y ni qué decir sanitaria, con un reporte oficial al día de

Chile: buscando el orden de la casa antes que llegue Trump

Chile: buscando el orden de la casa antes que llegue Trump Luciana Ghiotto Facebook Opinión 22/10/2019 Foto: Telesur - A + A Los acontecimientos de Chile de estos últimos tres días han generado sorpresa, tanto en el país como en la región. La protesta de carácter nacional no tiene dirigencias evidentes, ni delegados o voceros. Una protesta que no puede ser controlada es, desde la óptica del gobierno, más peligrosa que una huelga general o una movilización llamada por organizaciones sociales previamente reconocidas. Aquí no hay cabezas, sino puro hartazgo. La respuesta del gobierno fue volver a la imagen del 11 de septiembre de 1973, como si nunca nos hubiésemos despertado de ese día: con el toque de queda y el despliegue de los militares en las calles se avivaron los peores recuerdos de todo el Cono Sur. En las últimas 48 horas las fuerzas armadas actuaron en algunas ciudades con una notoria violencia,