Internacionales
Redacción Radio Progreso, Honduras
Durante los 11 días de juicio contra Roberto David Castillo, ex gerente de la empresa Desarrollos Energéticos S.A (DESA), acusado por el asesinato de Berta Cáceres, se ha demostrado que la clase política y empresarial que sostiene proyectos extractivistas es racista con los pueblos originarios, particularmente con la comunidad indígena lenca.
Lo anterior se ha logrado establecer a partir de las extracciones telefónicas realizadas al imputado Roberto David Castillo y a Daniel Atala Midence, gerente financiero de la empresa DESA.
“La clase política empresarial que tiene este tipo de proyectos extractivos tiene un lenguaje con connotaciones racistas en contra de los pueblos originarios, específicamente del Pueblo Indígena Lenca. Daniel Atala, quien fue el Gerente Financiero de la empresa DESA, se refirió en diferentes ocasiones en pláticas privadas pero también con otros socios y directivos con connotaciones muy racistas y discriminatorias”, señaló el abogado Lester Castro, representante legal del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, Copinh.
Castro explicó en Radio Progreso que, además, en las extracciones telefónicas también se demostró que Daniel Atala tenía comunicación directa con el Secretario de Seguridad para solicitarle favores y policías para agredir al COPINH y Berta Cáceres.
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