Mi nombre es Doctora Armida Canizales
Por: Francisco Parada Walsh*
Nuevamente el cinismo y un descaro inimaginable cobra vida, mentir, mentir sobre el número de fallecidos se ha convertido en la regla de un gobierno indolente, corrupto como ninguno e incapaz como él solo. Hierve la sangre al leer estas ligeras declaraciones del ministro de salud cuando minimiza la muerte de mis hermanos, debe entender que la muerte es cualitativa y no cuantitativa, basta tan solo la muerte de un miembro del personal de salud para recapacitar que está pasando, revisar concienzudamente el manejo de los casos de Covid-19 e invertir sin lástima recursos disponibles para salvar la vida de una colega.
En este caos de ignorancia el gremio médico sabe que puede tener una especialidad que no tiene nada que ver en la atención de pacientes Covid (+) sin embargo por órdenes superiores se debe ir a atender pacientes Covid (+) con el riesgo de contraer el virus y fallecer. Debo aclarar que la Doctora Armida Canizales adquirió el virus no en un hospital. Leer esta ofensa dice el desprecio con que se ha tratado al personal de salud: @FranALABI: “Es una situación penosa que ciertos grupos quieran afectar el manejo de la pandemia abordando las cosas de forma política. Estos sectores deberían dejar su campaña política y de intentar confundir a la población. Hemos perdido a 18 médicos no son 58”. @SaludV.
Mi nombre es Dra. Armida Canizales, soy médico ginecóloga y obtuve mi sub especialidad en oncología, estudié más de trece años y amo mi profesión; luché combatiendo el cáncer, salvé la vida a cientos de mujeres y hoy perdí la mía, mi batalla, dejo a mi familia destruida y desde el cielo veo cómo lloran; nunca imaginé que mi vida terminaría de esta forma, debía dar más a un país que quizá no lo merece, no era mi hora de partir.
¿Cómo se puede gastar millones en llevar centenares de furgones topados de comida a los hermanos hondureños cuando nuestra gente no tiene que comer y mientras mueren profesionales valiosísimos para nuestra patria?: Todo es al revés, lo que importa son esas fotos vergonzosas que se toma el gabinete, eso sí importa; perder a una colega de la calidad y categoría de la Doctora Armida Canizales es algo imperdonable sin embargo se prefiere callar, que todo pase rápido; ¿Quién pierde con la muerte de una brillante colega?: ¡Es el país por Dios Santo! Mujeres excelsas que en el mayor anonimato dan todo por sus pacientes y ¿Qué hace un gobierno por ella?: ¡Nada! Decir en las redes sociales que se han recuperado tantos pacientes no pasa de ser una propaganda bajera ¡Si ese es nuestro trabajo! Salvar vidas.
Más imperdonable es la indiferencia del gremio médico (Si se le puede llamar así) que olvida todo, desde el Colegio Médico hasta colegas que no conocen la dignidad, ¿Cómo puede ser una sociedad tan indolente?: Ni idea, a mi edad no entendía que cada ser humano y en el caso de la medicina tiene una agenda personal, en su interior sabe el rumbo que lleva y es mejor callar y ver la muerte de una colega como algo que ni merece ser comentado; todo se resume a pasar encima de otros con tal de llegar al poder, harto estoy de comentarios sin valor alguno que me sugieren que deje a los muertos en paz; ¡Claro que estarán en paz durante la eternidad! Pero a este mundo se viene a luchar, a sentir, a vivir, a sufrir y si mi espíritu se vuelve frio, indolente y no me indigna la muerte de una colega no merezco vivir porque así como falleció la Doctora Canizales pueda ser que mañana sea mi persona la que muera y quisiera que alguien luchara por mí, ¡siquiera, siquiera por recordar mi nombre! Pero no, un gremio dividido donde lo que importa es quedar bien con el gobierno, ¡Llamar su atención! Todo por unos pesos más, eso es vergonzoso, indigno y bajero. ¿Dónde estás Colegio Médico?: En la Miramonte; sé que han muerto casi una decena de médicos entre septiembre, octubre y noviembre sin embargo todos callan, he pedido los nombres de los colegas y silencio total.
Debo aclarar que mientras viva y una gota de sangre recorra mi torrente sanguíneo no dejaré de denunciar cómo se lanzó a un personal de salud al paredón, a ser fusilados; sin embargo no sé quién es el fallecido, si el doctor que calla y busca alguna dadiva del gobierno o aquel que sus órganos vitales fallaron. Que fallezca una mujer, madre de familia, sub especialista y que no genere ni el más mínimo sentimiento de empatía dice que no somos una sociedad, hordas de mal vivientes que mal vivimos y mal morimos.
Todo lo que sale del MINSAL es una mentira tras otra; mientras un país entero era sometido con violencia durante la pandemia otros llenaban sus bolsillos haciendo compras totalmente ilegales, robando nuestro dinero; así las cosas, la muerte de la mejor gente ha servido para que pobres diablos se crean grandes diablos.
Doctora Armida Canizales, usted no está sola, en ese cielo esquivo hay un ejército del personal de salud esperando por usted, ellos cuidarán de los suyos. Todo el personal de salud que vive en el cielo está triste, todos lloran, se acerca Jesús, la misa debe empezar; el coro empieza a cantar: “Si sientes un murmullo muy cerca de ti, es Armida llegando para recibir todas tus oraciones y llevarlas al Cielo, así, abre el corazón y comienza a alabar, hay un Ángela Armida llegando y bendición en sus manos; hay Armidas volando en este lugar en medio del pueblo y junto del altar, subiendo y bajando en todas direcciones; no sé si la iglesia subió o si el cielo bajo, si sé que está lleno de Armidas de Dios porque el mismo Dios está aquí. Cuando Armida pasa la iglesia se alegra, ella canta, ella llora…”
*Médico salvadoreño
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