Ir al contenido principal

GLOBALIZACIÓN DE LA INDIFERENCIA

GLOBALIZACIÓN DE LA INDIFERENCIA

RECUERDO CUÁNTO ME IMPRESIONÓ ESCUCHAR AL PROF. JUAN ANTONIO CARRILLO SALCEDO ALERTARNOS, CON LA ANTICIPACIÓN QUE LE CARACTERIZABA, SOBRE LA “GLOBALIZACIÓN DE LA INDIFERENCIA”.


Recuerdo con profunda gratitud la perseverancia de Forges reiterando en sus viñetas la tragedia de Haití… y la de muchos seres humanos después de catástrofes naturales o provocadas, haciendo especial hincapié en las circunstancias de extrema pobreza y desamparo en que viven cada día millones de personas sin que se les preste la menor atención por considerarlo un “hecho habitual e inebitable”.
Es imprescindible y apremiante recordar cada amanecer que mueren diariamente de hambre miles de niñas y niños, mujeres y hombres al tiempo que se invierten en armas y gastos militares 4.000 millones de dólares. Es inadmisible desde todos los puntos de vista que, en lugar de elaborar un nuevo concepto de seguridad que no sólo se preocupe y ocupe de los territorios y fronteras sino de la alimentación, acceso al agua potable, servicios de salud, cuidado del medio ambiente y educación de los habitantes de estos espacios tan celosamente protegidos.
Es una vergüenza que, cuando no hay recursos para la puesta en práctica de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de los Acuerdos de París sobre Cambio Climático -especialmente cuando el Presidente Trump ha advertido ya que los Estados Unidos no los cumplirán- la única medida que ha merecido el unánime consenso en la Unión Europea, en el G-7 y en el G-20 ha sido la de aumentar los gastos militares! El 17 de julio la prensa anuncia que Francia y Alemania desarrollarán conjuntamente un avión de combate europeo. Yo pensaba que iban a anunciar que se restablecería una ayuda importante al desarrollo de los países que más necesitan asegurar unas mínimas condiciones de vida digna en sus lugares de origen para evitar, precisamente, los flujos emigratorios. Y no hay ninguna reacción. Y los ciudadanos de Europa siguen admitiendo lo inadmisible.
Se está desaprovechando el inmenso potencial de una tecnología digital que permite que los seres humanos, silenciosos y obedientes desde el origen de los tiempos, puedan expresarse por fin sin cortapisas y defender sus derechos con firmeza. Era de esperar unas reacciones a escala mundial frente a quien atenta contra las condiciones de vida de las próximas generaciones (¡muy próximas!), advirtiendo al magnate que si no cambia radicalmente de criterio, la humanidad, “Nosotros, los pueblos…”, dejaremos, por ejemplo, de adquirir productos norteamericanos… Si Trump “bloquea… ¡bloquearemos a Trump!”.
No podemos seguir mirando hacia otro lado. No podemos dejarnos anonadar por la vorágine de noticias que nos convierte en espectadores impasibles, dominados por el colosal poder mediático (por las terribles “armas de distracción masiva” en afortunada expresión de Soledad Gallego).
En París, el 20 de enero de 1990 escribí estos versos al final de un poema: “Sabemos / y por lo tanto / no tenemos excusa. / ¿Cómo podemos / conciliar el sueño / siendo cómplices?”.
Hasta hace poco no sabíamos lo que sucedía. Ahora sí. Ahora la indiferencia es culposa… “Y no te olvides de Haití… ni de los que se ahogan en el Mediterráneo (más de 6,000 ahogados en 2016 y en 2017 ya van más de 1,600…). “El rayo que no cesa”… y nosotros sin tiempo para reflexionar, para decidir cumplir nuestros deberes, más urgentes ahora por tratarse de procesos en los que pueden alcanzarse puntos de no retorno. ¡Qué afrenta para nuestros hijos y nietos…!
Cuanto más alerta deberíamos estar, cuanto más reactivos, cuanto más tendríamos que tener en cuenta el mañana… más tenemos en cuenta el presente, más ensimismados nos hallamos, más miopes… y aceptamos sin remordimiento lo inaceptable. ¡Y no te olvides de Haití ni de todos los “Haities”! Allí escribí en enero de 1995: “Se fueron los últimos / soldados / y estalló la paz/ en vuestra vida, / sin reporteros / que filmen/ cómo se vive y muere / cada día. / Ya no saldréis / en las pantallas / para aguar / las fiestas y el vino / de los ricos. / Ya no moriréis / de bala y fuego. / De olvido / volveréis a moriros. / Como siempre.”
Hambre, desamparo, sumisión. Tenemos que implicarnos decididamente y con denuedo contra todo tipo de violencia. El Papa Francisco decía hace poco que “no es fácil saber si el mundo de hoy es más o menos violento que antes, ni si los medios de comunicación modernos y la movilidad de nuestra era nos hacen más conscientes de la violencia o más acostumbrados a ella”. Recuerdo cuánto me impresionó escuchar al Prof. Juan Antonio Carrillo Salcedo alertarnos, con la anticipación que le caracterizaba, sobre la “globalización de la indiferencia”.
Es especialmente peligroso y motivo de alarma que el desorden establecido sirva para “normalizar” las progresivas diferencias entre ricos y pobres, entre encumbrados y menesterosos. El clamor popular, la voz de la gente debe promover sin demora el restablecimiento de un multilateralismo democrático, de unas Naciones Unidas que puedan cumplir, con los recursos personales, técnicos, de seguridad y financieros adecuados, la misión que le corresponde a escala planetaria, marginando ya para siempre el nocivo “invento” neoliberal de los grupos plutocráticos (G7, G8, G20).
Y también en la vida cotidiana una democracia genuina, que no tenga en cuenta a las mayorías numéricas -sobre todo, embravecidas- si no seguir puntualmente los “principios democráticos” que, según la Constitución de la UNESCO, deben “guiar a la humanidad”.
Ahora ya no hay excusa. Ahora ya no cabe el olvido porque “Nosotros, los pueblos…” podemos expresarnos, podemos participar, libre y responsablemente, de la transición histórica de la fuerza a la palabra.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Las poderosas imágenes de la sangrienta guerra civil que terminó hace 25 años en El Salvador

  Las poderosas imágenes de la sangrienta guerra civil que terminó hace 25 años en El Salvador Fotos: Giuseppe Dezza Textos: BBC Mundo 16 enero 2017 FUENTE DE LA IMAGEN, GIUSEPPE DEZZA Pie de foto, El Salvador pasó en guerra toda la década de 1980. Pero el 16 de enero de 1992 se firmó la paz. Nunca fue oficialmente declarada, pero la guerra civil de El Salvador se prolongó durante más de una década. El conflicto empezó el 10 de enero de 1981, cuando el recién formado  Frente Farabundo Martí para  la  Liberación Nacional (FMLN)  anunció el inicio de su "ofensiva general". Y se prolongó oficialmente hasta el 16 de enero de 1992, cuando se firmaron los llamados  "Acuerdos de Chapultepec" , en la Ciudad de México. BBC Mundo te invita a recordar la firma de esos históricos acuerdos, y los eventos que le precedieron, con esta galería del  fotógrafo italiano Giuseppe Dezza. FUENTE DE LA IMAGEN, GIUSEPPE DEZZA Pie de foto, El conflicto dejó más de 75.000 muertos y desaparec

Vivo orgullosa y agradecida de haberme formado como médico en Cuba

  Respuesta de una médico peruana ante ataque contra Cuba Vivo orgullosa y agradecida de haberme formado como médico en Cuba Por  Edali Ortega Miranda  |  07/05/2021  |  América Latina y Caribe Fuentes:  Diario UNO La autora de este artículo expone su posición ante un panel con insultos a Cuba (Av. República de Panamá-Perú) que forma parte de la campaña de paneles publicitarios contra el comunismo que supuestamente amenaza al Perú mediante el candidato Pedro Castillo. *** No voy a detenerme en la compleja situación de un país (Cuba) que amo profundamente, pues tiene muchas, muchísimas aristas y cada una de ellas merece ser evaluada y escuchada, pero sobre todo juzgada y manejada por su gente, no por personas de otras regiones que no tienen la menor noción de lo que es Cuba y sobre todo de lo que son los cubanos. Sí voy a referirme a lo que nos toca a nosotros, a Perú, un país en franca crisis moral, política, social, económica y ni qué decir sanitaria, con un reporte oficial al día de

Chile: buscando el orden de la casa antes que llegue Trump

Chile: buscando el orden de la casa antes que llegue Trump Luciana Ghiotto Facebook Opinión 22/10/2019 Foto: Telesur - A + A Los acontecimientos de Chile de estos últimos tres días han generado sorpresa, tanto en el país como en la región. La protesta de carácter nacional no tiene dirigencias evidentes, ni delegados o voceros. Una protesta que no puede ser controlada es, desde la óptica del gobierno, más peligrosa que una huelga general o una movilización llamada por organizaciones sociales previamente reconocidas. Aquí no hay cabezas, sino puro hartazgo. La respuesta del gobierno fue volver a la imagen del 11 de septiembre de 1973, como si nunca nos hubiésemos despertado de ese día: con el toque de queda y el despliegue de los militares en las calles se avivaron los peores recuerdos de todo el Cono Sur. En las últimas 48 horas las fuerzas armadas actuaron en algunas ciudades con una notoria violencia,