Ir al contenido principal

La soberbia. ¿Qué es ser prepotente? la respuesta, a continuación

Qué es ser prepotente? la respuesta, a continuación

La soberbia. ¿Qué es ser prepotente? la respuesta, a continuación

La soberbia. Discutir con alguien que rara vez admite sus errores y desprecia cualquier argumento ajeno puede llegar a ser desesperante. Las personas soberbias muchas veces se creen ‘todopoderosas’, quieren alimentar su ego a costa de los demás y suelen tener problemas en el entorno social
SOBERBIA
EFE/GRB
Llegó a lo más alto de su carrera y se convirtió en una estúpida arrogante y soberbia”. ¿En cuántas situaciones hemos escuchado la misma cantinela? Políticos, deportistas, empresarios, cantantes o periodistas que un día probaron las mieles del éxito y hoy no hay quien les baje de su pedestal. Aires de suficiencia, exaltación del yo y menosprecio hacia los demás son algunos de los síntomas de la soberbia.
“Se convierten en personas megalómanas porque creen que han alcanzado su ideal”, explica el psicólogo clínico Guillermo Blanco, vicepresidente de Imotiva. “No son conscientes de sus propias limitaciones. Perciben una realidad distorsionada”.
Quien cae en sus redes a menudo dificulta la comunicación con su actitud egocéntrica. Así lo afirma la psicóloga Miriam González, sociodirectora del grupo PGD en 2016.
“Cuando no se habla sobre sus logros o éxitos no sienten interés, ni comodidad, y se distancian”. Miriam Gonzalez

El soberbio, siempre a la defensiva

Las personas soberbias con frecuencia son susceptibles y propensas a la ira. Interpretan cualquier mínimo reproche como un ataque y no toleran nada bien la frustración.
Soberbia Guillermo Blanco
El vicepresidente de Imotiva, Guillermo Blanco. EFE/GRB
Suelen estar a la defensiva en toda discusión: “Reaccionan ante la crítica de una manera desproporcionada, con rabia y vergüenza”, apunta Miriam. A veces desprecian al otro por considerarle inferior a ellos, y son incapaces de hacer autocrítica.
Ese menosprecio también se demuestra en el amor y la amistad. “Una relación de calidad es casi imposible porque van buscando sumisión, acatamiento y pleitesía por la otra parte”, señala Blanco.
La falta de empatía es otro rasgo característico. “Sólo están pendientes de ellos mismos” y rara vez se preguntan cómo se puede sentir la otra persona, tal y como afirma el psicólogo. El narcisismo propio del soberbio en ocasiones crea una persona fría, prepotente y obsesionada consigo misma.
La ‘ceguera’ ante los propios defectos en muchas situaciones nos lleva a justificar todos nuestros errores y echar balones fuera. “Yo nunca fracaso, y si lo hago es culpa de otro”.

“Yo gano, tú pierdes”

En una sociedad colectivista, el todo es más importante que cada uno de los miembros que la integran. No ocurre lo mismo en nuestro entorno. “Vivimos en una sociedad individualista que hace que tú quieras tener éxito a costa de los demás”, detalla la psicóloga.
Si no logramos ese éxito ansiado, no es extraño que aparezca la envidia. “El soberbio intenta mantener su ego a través del hundimiento emocional de los otros porque se siente amenazado”, expone Blanco.
Aunque triunfar en la vida profesional a menudo potencia la soberbia, no es un requisito imprescindible ni el único factor. “Hay personas que no han tenido retos no conseguidos en su infancia”, señala González. Los que peor llevan el fracaso son los que menos se han expuesto a él.
¿Cuáles son las consecuencias de que nos lo den todo hecho cuando somos niños y no tan niños? Baja tolerancia a la frustración, entre otros.

Relaciones sociales en peligro

¿Cómo repercuten este tipo de conductas en la vida laboral y familiar? Quien ‘sufre’ al soberbio puede llegar sentirse inútil. “En el trabajo a veces hay miedo a hablar con esa persona”. Y más si es tu jefe, quien además suele encajar en el perfil por sus destacados logros, explica González.
Soberbia Representación
Fuente del Ángel Caído del parque del Retiro, en Madrid. EFE/GRB
“Alguien con poder y aires de grandeza suele ser muy autoritario al mandar. No tiene en cuenta opiniones, críticas o sugerencias de su entorno”, añade Blanco. Si esa persona está en situación de obedecer, con frecuencia se rebela ante las normas establecidas.
Esta actitud suele deteriorar mucho las relaciones sociales. “En su interior se puede sentir muy bien, pero los que le rodean no van a querer tener contacto con él. Su soberbia es un foco de conflicto”, matiza la psicóloga.
“Estas personas al final acaban quedándose solas”, agrega Blanco. ¿Cómo hay que reaccionar cuando el soberbio es nuestra pareja, por ejemplo? “Hay que intentar buscar ese equilibrio entre el respeto y las emociones, así como forzar su empatía y plantear el problema con mano izquierda”, subraya.
González precisa que debemos ser conscientes de nuestras propias fortalezas y ver la soberbia del otro como una debilidad. “Al saber que forma parte de sus defectos, protejo mi autoestima”. En último término, es necesario valorar si nos compensa seguir cerca de esa persona. “A veces es preferible alejarse”, insiste Blanco.

Soberbia en el espejo. ¿Cómo tratarla?

Una soberbia exagerada puede traer de la mano problemas psicológicos:
  • Patrón de conducta tipo A: Produce riesgo cardiovascular. Los numerosos afectados por este trastorno tienen un afán desmedido por conseguir metas que se imponen ellos mismos. “Necesitan reconocimiento externo, son muy competitivos y están en un estado de alerta permanente para que no les infravaloren”, expone la psicóloga.
    Tratando la soberbia en el PGD
    Marina Valero entrevista a Miriam González, sociodirectora del grupo PGD. EFE/GRB
  • Trastorno de personalidad narcisista: Quienes lo padecen tienden a exagerar sus logros y capacidades, sacan provecho de los demás, tienen envidia o se creen envidiados, suelen ser arrogantes y tienen una fantasía de éxito ilimitado.
La soberbia complica mi vida. ¿Qué hago? Lo más difícil: “Hay que ser consciente del problema. Los afectados no suelen darse cuenta a no ser que alguien en su entorno apriete mucho y les ponga contra las cuerdas”, señala Blanco.
No obstante, es difícil que otra persona se atreva a presentarles la realidad tal y como es; sobre todo porque los soberbios buscan gente sumisa y dependiente a su alrededor “para ser ellos los dueños y señores”.
Según el psicólogo, es imprescindible trabajar la empatía y aprender a recibir críticas.

“Como no supe que era imposible, lo hice”

En la mente del soberbio no existen barreras: “Se siente grandioso y cree que puede hacerlo todo, lo que le ayuda a perseguir sus objetivos”, señala González.
Aunque debemos reconocer las propias capacidades, no es conveniente exagerarlas. Hace falta desprenderse de ese halo de prepotencia que a menudo nos impide ser realistas.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Las poderosas imágenes de la sangrienta guerra civil que terminó hace 25 años en El Salvador

  Las poderosas imágenes de la sangrienta guerra civil que terminó hace 25 años en El Salvador Fotos: Giuseppe Dezza Textos: BBC Mundo 16 enero 2017 FUENTE DE LA IMAGEN, GIUSEPPE DEZZA Pie de foto, El Salvador pasó en guerra toda la década de 1980. Pero el 16 de enero de 1992 se firmó la paz. Nunca fue oficialmente declarada, pero la guerra civil de El Salvador se prolongó durante más de una década. El conflicto empezó el 10 de enero de 1981, cuando el recién formado  Frente Farabundo Martí para  la  Liberación Nacional (FMLN)  anunció el inicio de su "ofensiva general". Y se prolongó oficialmente hasta el 16 de enero de 1992, cuando se firmaron los llamados  "Acuerdos de Chapultepec" , en la Ciudad de México. BBC Mundo te invita a recordar la firma de esos históricos acuerdos, y los eventos que le precedieron, con esta galería del  fotógrafo italiano Giuseppe Dezza. FUENTE DE LA IMAGEN, GIUSEPPE DEZZA Pie de foto, El conflicto dejó más de 75.000 muertos y desaparec

Vivo orgullosa y agradecida de haberme formado como médico en Cuba

  Respuesta de una médico peruana ante ataque contra Cuba Vivo orgullosa y agradecida de haberme formado como médico en Cuba Por  Edali Ortega Miranda  |  07/05/2021  |  América Latina y Caribe Fuentes:  Diario UNO La autora de este artículo expone su posición ante un panel con insultos a Cuba (Av. República de Panamá-Perú) que forma parte de la campaña de paneles publicitarios contra el comunismo que supuestamente amenaza al Perú mediante el candidato Pedro Castillo. *** No voy a detenerme en la compleja situación de un país (Cuba) que amo profundamente, pues tiene muchas, muchísimas aristas y cada una de ellas merece ser evaluada y escuchada, pero sobre todo juzgada y manejada por su gente, no por personas de otras regiones que no tienen la menor noción de lo que es Cuba y sobre todo de lo que son los cubanos. Sí voy a referirme a lo que nos toca a nosotros, a Perú, un país en franca crisis moral, política, social, económica y ni qué decir sanitaria, con un reporte oficial al día de

Chile: buscando el orden de la casa antes que llegue Trump

Chile: buscando el orden de la casa antes que llegue Trump Luciana Ghiotto Facebook Opinión 22/10/2019 Foto: Telesur - A + A Los acontecimientos de Chile de estos últimos tres días han generado sorpresa, tanto en el país como en la región. La protesta de carácter nacional no tiene dirigencias evidentes, ni delegados o voceros. Una protesta que no puede ser controlada es, desde la óptica del gobierno, más peligrosa que una huelga general o una movilización llamada por organizaciones sociales previamente reconocidas. Aquí no hay cabezas, sino puro hartazgo. La respuesta del gobierno fue volver a la imagen del 11 de septiembre de 1973, como si nunca nos hubiésemos despertado de ese día: con el toque de queda y el despliegue de los militares en las calles se avivaron los peores recuerdos de todo el Cono Sur. En las últimas 48 horas las fuerzas armadas actuaron en algunas ciudades con una notoria violencia,