Honduras. Protesta social logra suspensión de privatización en salud y educación
Por El Libertador
En una sesión que duró menos de 15 minutos, Mauricio Oliva, dejó sin valor los controvertidos decretos para la reestructuración y transformación presupuestaria en Salud y Educación.
El retroceso del partido Nacional este martes en el Congreso es una conquista social, una pequeña victoria, dicen algunos, pero sí una de las pocas victorias del pueblo hondureño en la última década marcada por sicariato selectivo al liderazgo popular, autoritarismo estatal, represión, fraudes electorales y golpes de Estado.
Sectores acomodados al gobierno y en contra que la ciudadanía haya logrado el retroceso en las pretensiones del régimen en deteriorar aún más la educación y la salud, culpan de la victoria popular a la mediocridad de Arnaldo Bueso en Educación y de Alba Consuelo Flores en Salud, piden el despido de ambos.
En una sesión que duró menos de 15 minutos, Mauricio Oliva, dejó sin valor los controvertidos decretos para la reestructuración y transformación presupuestaria en Salud y Educación. Llegó, se sentó y dijo con tono flemático, lento: “Vamos a suspender y archivar esta ley que recientemente se aprobó, con el ánimo de citar a las partes en conflicto a que se sienten a construir una propuesta en conjunto”.
Mientras hablaba el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, afuera del hemiciclo seguía la represión policial en el centro de la capital hondureña, ardían las llamas de las llantas encendidas por la protesta ciudadana en varias ciudades del país, y de nuevo, después de años de aislamiento de los conflictos de país, volvió la movilización de médicos y sobre todo del magisterio, porque esos decretos suspendidos este día tenía dedicatoria para ambos sectores.
Oliva no iba hacer el ridículo como lo hizo, aprobar e improbar la misma ley, los comentarios a favor y en contra, dependen de los interesados y sus nexos con el gobierno. Sin embargo, la decisión supo a derrota para una élite de diputados nacionalistas acostumbrados por años a reírse y pisotear la voluntad popular y la del resto de fuerzas partidarias en el Legislativo, conscientes que su impunidad está asegurada en el Poder Judicial y en las armas de los militares que apoyan la reelección ilegítima y en los policías que protegen sicarios para balear en el pecho a los ciudadanos que participan en la movilizaciones populares.
En los últimos días han sido asesinados jóvenes, los hallaron con signos de tortura, amarrados. La pequeña victoria de hoy no sólo fue de médicos y maestros, sin la participación ciudadana no hubieran logrado nada.- Es claro, hay miopía en los enemigos de los pueblos, jamás reconocen las hazañas sociales, siempre las minimizan, únicamente aplauden las del poder que sirven y las de los grupos que les llenan los estómagos. Está claro, “el objetivo es mucho más ambicioso, es transformar la sociedad, es que el pueblo hondureño se apropie del poder y de la conducción nacional”, explicó bien el abogado Fredín Funez.
El poder nunca concede nada por voluntad propia. Ese malestar de retroceder con la imposición de esas legislaciones en Salud y Educación, quedó evidente en periodistas estrellas de los medios tradicionales de comunicación, inmediatamente que Oliva anunció la suspensión de los decretos, se fueron a cambio en sus espacios de radio y televisión para irse a sorteos de lotería, otros callaron y algunos gritaron que ese logro, grande o pequeño, que fue de todos los sectores que salieron a protestar, y no sólo de médicos y maestros.
La lucha del pueblo hondureño no se limita a la acción inmediata en Salud y Educación, la problemática vas más allá, es un Estado que desde el golpe de Estado requiere un nuevo pacto social, es un gobierno cuestionado por la ilegalidad que lo mantiene en el cargo, y un régimen salpicado por fuertes indicios racionales de corrupción y narcotráfico. Las jornadas de protesta de estos días tienen sus raíces en una convulsión que ya lleva una década.
.
Comentarios
Publicar un comentario