Salvadoreños reafirman rechazo a privatización del agua en Día Medio Ambiente
Por La Estrella de Panamá
El Salvador tiene el mayor grado de deterioro ambiental en las Américas, después de Haití, con solo un 3 % de bosque natural intacto, con suelos arruinados por prácticas agrícolas inadecuadas y con más del 90 % de las aguas superficiales contaminadas.
Unos 500 salvadoreños unieron este miércoles sus voces para rechazar la intención de los partidos de derecha en la Asamblea Legislativa de privatizar el agua y exigir la inmediata aprobación de una ley que garantice la administración pública de ese recurso.
A propósito del Día Internacional del Medioambiente, que se conmemora cada 5 de junio, los manifestantes, convocados principalmente por las organizaciones que conforman la Alianza Nacional Contra la Privatización del Agua, se concentraron en el Parque Cuscatlán, en San Salvador, para caminar varios kilómetros hasta la Casa Presidencial para entregar una carta al presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
La ruidosa y colorida caminata ecológica contó con la participación de jóvenes, escolares, ambientalistas y religiosos, quienes llamaron a la población a sumarse a la lucha en defensa del medioambiente, en especial del agua.
Fray Anselmo Maliaño, representante de la entidad Justicia, Paz e Integridad de la Creación Orden de Frailes Menores en El Salvador, dijo a Efe que «todos deberíamos de estar unidos para proteger el medioambiente y para evitar que la empresa privada se adueñe de nuestros recursos naturales, como el agua».
El religioso señaló que «todos» estamos llamados a salvar al planeta e instó a los políticos salvadoreños a evitar una privatización del agua.
«El rol de los políticos es velar y proteger los derechos de los ciudadanos, y deben de evitar que se privatice el agua y que la empresa privada venga a querer adueñarse de nuestra agua y de los recursos naturales», expresó.
Maliaño señaló que la situación ambiental del país centroamericano es «crítica» porque «no se ha legislado de la manera correcta y adecuada».
«Nuestros políticos deben de entender que nadie puede vivir sin agua. Es necesario que piensen a quién afectarán si aprueban una ley donde den a la empresa privada el poder de decidir sobre el agua», señaló.
La caminata ecológica culminó a unos 200 metros de la Casa Presidencial, ya que la Policía cerró el paso y no permitió que un grupo de ambientalistas entregara la carta a un representante del mandatario.
El Congreso salvadoreño lleva años intentando aprobar una llamada Ley General de Aguas en medio del rechazo de diversos sectores de la sociedad que denuncian una supuesta intención de privatizar el servicio, lo que ha llevado a la realización de decenas de manifestaciones de calle.
Gustavo Amaya, un experto en temas de desarrollo y derechos humanos que dirige el Centro de Capacitación y Promoción de la Democracia (Cecade), señaló recientemente a Efe que el presidente Nayib Bukele debe poner especial atención en temas como «agua limpia y saneamiento» y «de acción por el clima».
Los expertos prevén que el 80 % del país experimente estrés hídrico en 2022, situación que Bukele debe tratar de evitar y para ello necesita alcanzar un acuerdo en el Congreso para desentrampar la aprobación de una ley de aguas que urgen activistas y comunidades.
Según el último Índice de Riesgo Climático Global de la organización alemana Germanwatch, El Salvador se encuentra entre los 50 países más vulnerables del mundo por el cambio climático.
Las autoridades medioambientales señalan que uno de los principales efectos en el país es la escasez del agua por las fuertes sequías.
De acuerdo con la ONU, El Salvador tiene el mayor grado de deterioro ambiental en las Américas, después de Haití, con solo un 3 % de bosque natural intacto, con suelos arruinados por prácticas agrícolas inadecuadas y con más del 90 % de las aguas superficiales contaminadas.
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