(Por: Róger Hernán Gutiérrez*)
La acción de Bukele del domingo 9/2, parecería una jugada política con un cálculo equivocado, más que algo serio en pro de la gente—parecería por la manera en que se hizo la movida se trató de una medición de fuerzas, una situación que dudamos sobre que el Consejo de Ministros no pudo valorar a cabalidad, la respuesta pudiera estar en la forma tiránica de trabajar y ejercer el poder en ese espacio, no hubo nadie capaz de advertir y hacer un análisis más concienzudo de las condiciones del país; y dejarse ir así no más, pareciera una jugada bastante torpe. ¿Fue así, o hay algo más de fondo?
Con todo el ataque mediático y de redes sociales de la sociedad jurídico-político que se pronunció sobre el evento y de las medidas cautelares de la Sala de lo Constitucional a partir de los recursos presentados:
1°) Se muestra que hay dos órganos a favor y un tercero en discordia, y se espera a ver si el Presidente Bukele, se alineará al orden constituido o seguirá buscando razones para consolidar el poder hasta ahora acumulado.
2°) Desde un punto, preferiría que habláramos de los abusos y arbitrariedades históricas que se han dado por estos órganos, donde igualmente han utilizado a la FFAA y PNC a su conveniencia, para sostener con la fuerza las ideas y argumentos;
3°) Una lógica inmediata estaría en una reforma donde la SC pudiera actuar de oficio, y no esperar que haya una demanda interpuesta, ello aligeraría situaciones que pudieran evitarse y detener algo que luego estaríamos lamentando;
4°) El sabor que ha quedado de todo ello es una mala jugada pensada desde el ejecutivo, en tanto esgrimir los artículos 87 y 167, luego de escuchar posicionamientos interpretativos, haría pensar que el cuerpo jurídico en CAPRES, le falta mucho o tenemos a una persona al frente que no escucha consejos y asesoramientos.
El poder del Presidente Bukele está mermando o ha quedado con menos después de la acción—la FFAA y la PNC, lo pensarán mejor o se subordinarán al comandante general de las FFAA, ese punto no ha quedado claro si habrá de acatarse o todo lo contrario se seguirá usando de manera intimidatoria—ese factor es interesante dado que la figura del apremio utilizado creó cierta presión en la persona de poder, que diferente sería que a los empresarios cuando abusan de los derechos de las personas trabajadoras—se vieran en esa situación para que lleguen al espacio conciliatorio y/o jurisdiccional—.
La militarización es algo que nuestra sociedad rechaza, pero esa animadversación es a veces un tanto hipócrita, pues en cuanto reprime al pobre, al débil está bien, pero cuando toma una posición en contra del poderoso, entonces no está bien, véanlo claro en el asunto de las trabas en la ley de reconciliación, seguimos dando largas a un asunto que claramente habrá de beneficiar a la víctima. El cuerpo legislativo ha abusado de su poder tomando decisiones y haciendo eco de la conservación del estatus quo que se manifiesta.
El cuerpo de funcionarios(as) su actuación fue y es muy pobre y no abona en aclarar realmente lo que pasa y se va en apoyo ciego hacia su jefe—los zares cayeron, los emperadores, los dictadores fascistas, todos aquellas formas de ejercer el poder con tendencia a reprimir, a la anulación y violación constante de los derechos humanos y a socavar las condiciones de favorecimiento para la gente; han caído para dar paso a algo nuevo y/o diferente, pero los antecedentes y situación que ha existido el pasado domingo, se observó un manejo demagógico del derecho a la insurrección, y cierta población habría sido movilizada no con la claridad que el caso ameritaba.
La acción señala que el cuerpo legislativo es un problema, como la acción del Presidente Bukele, y la Corte Suprema de Justicia es simplemente el reflejo de lo turbio y oscuro que son los órganos del Estado.
La acción señala que el cuerpo legislativo es un problema, como la acción del Presidente Bukele, y la Corte Suprema de Justicia es simplemente el reflejo de lo turbio y oscuro que son los órganos del Estado.
Nuestro mensaje es con el pueblo, necesitamos una masa crítica, que no se deje llevar por los vaivenes del poder que manipula, y que demagógicamente conduce para acumular un poder total en contra de aquello que está en oposición a mis intereses.
Debemos ser muy críticos si la situación insurreccional es algo de peso en la actual coyuntura—la cuestión muy cierta es que en mucho el hartazgo está más que evidenciado, y el pueblo debe madurar la acción insurreccional y estar trabajando porque haga lo que constitucionalmente le corresponde a cada funcionario independiente del órgano en el que trabaje.
*Sindicalista salvadoreño
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