Misteriosa enfermedad renal afecta a trabajadores de caña
[BOGOTÁ] Hombres jóvenes, pobres, principalmente cortadores de caña, que habitan en la costa pacífica de El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Panamá, son las principales víctimas de la nefropatía mesoamericana, enfermedad que destruye los riñones hasta terminar con la vida de los pacientes. Su causa hasta hoy se desconoce.
La enfermedad fue descrita por primera vez en 2002, en El Salvador, como una enfermedad renal crónica avanzada. Pero la Organización Mundial de la Salud cree que habría aparecido al menos dos décadas atrás.
Aunque se desconoce el número de muertes ocurridas por esta causa, lo cierto es que El Salvador, Nicaragua y Honduras figuran entre los 10 países con mayor mortalidad por enfermedad renal, con El Salvador encabezando la lista (51,8 muertes por 100.000 habitantes).
Entre 2005 y 2012 aumentaron en 50 por ciento las hospitalizaciones de pacientes salvadoreños con enfermedad renal crónica, convirtiéndose en la primera causa de muerte hospitalaria.
En los tres países, la incidencia de enfermedad renal crónica supera en 17 veces a países vecinos como Cuba, donde no se ha reportado el misterioso síndrome.
Sobre sus causas, “tres hipótesis han emergido con fuerza en los últimos años”, explica a SciDev.Net Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Baylor College of Medicine, EE.UU.: “una etiología infecciosa, la exposición ambiental a una toxina o un fenómeno de deshidratación exacerbado por la dieta”.
En un artículo divulgado en la sección de blogs de PLoS (23 de enero), Hotez sugiere explorar mejor la hipótesis infecciosa. Entre los posibles agentes causantes enumera la leptospirosis, hantavirus, Mansonella filarial y no descarta el Virus del Nilo Occidental.
Para Catharina Wesseling, epidemióloga del Consorcio para la Epidemia de Nefropatía en Centroamérica y México, la hipótesis más fuerte es la deshidratación.
“Los cañeros realizan un trabajo extenuante, especialmente los cortadores durante la zafra, en condiciones climáticas muy calientes”, explica a SciDev.Net y recuerda que en un estudio de la Universidad de Boston conducido en Nicaragua detectó que éstos tenían mayor daño renal al final de la zafra que otros trabajadores menos expuestos al calor, incluyendo quienes aplicaban plaguicidas.
Por eso, actualmente la hipótesis más fuerte es que estos trabajadores “sufren estrés térmico con episodios de deshidratación a repetición, lo cual lleva a daño renal”, apunta.
Eso no descarta que uno o más factores interactúen empeorando el proceso de disfunción renal, como la ingesta de antiinflamatorios no esteroidales, que suelen usar los cortadores de la caña para aliviar dolores musculo-esqueléticos.
En distintos países investigadores trabajan para definir mejor cuándo apareció la epidemia, analizar de cerca a los trabajadores de caña y medir calor en diferentes ambientes de trabajo.
Pero lo más importante, advierte Wesseling, es que se “iniciarán estudios para evaluar diferentes estrategias de prevención entre los trabajadores de la zafra de la caña de azúcar”.
Enlace al artículo de Peter Hotez en PLOS Blogs
Vea un video de Tierra Unida Films y Fundación La Isla sobre la nefropatía mesoamericana en Chichigalpa, Nicaragua:
La enfermedad fue descrita por primera vez en 2002, en El Salvador, como una enfermedad renal crónica avanzada. Pero la Organización Mundial de la Salud cree que habría aparecido al menos dos décadas atrás.
Aunque se desconoce el número de muertes ocurridas por esta causa, lo cierto es que El Salvador, Nicaragua y Honduras figuran entre los 10 países con mayor mortalidad por enfermedad renal, con El Salvador encabezando la lista (51,8 muertes por 100.000 habitantes).
Entre 2005 y 2012 aumentaron en 50 por ciento las hospitalizaciones de pacientes salvadoreños con enfermedad renal crónica, convirtiéndose en la primera causa de muerte hospitalaria.
En los tres países, la incidencia de enfermedad renal crónica supera en 17 veces a países vecinos como Cuba, donde no se ha reportado el misterioso síndrome.
Sobre sus causas, “tres hipótesis han emergido con fuerza en los últimos años”, explica a SciDev.Net Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Baylor College of Medicine, EE.UU.: “una etiología infecciosa, la exposición ambiental a una toxina o un fenómeno de deshidratación exacerbado por la dieta”.
En un artículo divulgado en la sección de blogs de PLoS (23 de enero), Hotez sugiere explorar mejor la hipótesis infecciosa. Entre los posibles agentes causantes enumera la leptospirosis, hantavirus, Mansonella filarial y no descarta el Virus del Nilo Occidental.
Sus colegas centroamericanos han preferido mirar más acuciosamente la hipótesis ambiental. Considerando que la mayoría de víctimas trabaja en cultivos de caña, creen altamente posible que esté asociada a plaguicidas y, posiblemente, metales pesados que podrían estar contaminándolos.“Una etiología infecciosa, la exposición ambiental a una toxina o un fenómeno de deshidratación exacerbado por la dieta [son las hipótesis sobre la causa de la nefropatía mesoamericana]”
Peter Hotez
Para Catharina Wesseling, epidemióloga del Consorcio para la Epidemia de Nefropatía en Centroamérica y México, la hipótesis más fuerte es la deshidratación.
“Los cañeros realizan un trabajo extenuante, especialmente los cortadores durante la zafra, en condiciones climáticas muy calientes”, explica a SciDev.Net y recuerda que en un estudio de la Universidad de Boston conducido en Nicaragua detectó que éstos tenían mayor daño renal al final de la zafra que otros trabajadores menos expuestos al calor, incluyendo quienes aplicaban plaguicidas.
Por eso, actualmente la hipótesis más fuerte es que estos trabajadores “sufren estrés térmico con episodios de deshidratación a repetición, lo cual lleva a daño renal”, apunta.
Eso no descarta que uno o más factores interactúen empeorando el proceso de disfunción renal, como la ingesta de antiinflamatorios no esteroidales, que suelen usar los cortadores de la caña para aliviar dolores musculo-esqueléticos.
En distintos países investigadores trabajan para definir mejor cuándo apareció la epidemia, analizar de cerca a los trabajadores de caña y medir calor en diferentes ambientes de trabajo.
Pero lo más importante, advierte Wesseling, es que se “iniciarán estudios para evaluar diferentes estrategias de prevención entre los trabajadores de la zafra de la caña de azúcar”.
Enlace al artículo de Peter Hotez en PLOS Blogs
Vea un video de Tierra Unida Films y Fundación La Isla sobre la nefropatía mesoamericana en Chichigalpa, Nicaragua:
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