EEUU ocupó el segundo lugar en el ranking de paraísos fiscales más grandes del mundo, asegura el informe publicado por la empresa Tax Justice Network. Descubre cómo el país norteamericano se ha convertido en el destino perfecto para lavar dinero negro.
Para clasificar los países, los autores del informe, que se denomina Índice de Secreto Financiero, prestaron su atención a dos factores principales: el volumen de capitales ocultos y el nivel de confidencialidad financiera.
Actualmente, EEUU es una jurisdicción de extrema preocupación para las iniciativas de transparencia globales, sostiene el análisis. En vez de ponerse de acuerdo y cumplir el Estándar Común de Comunicación —el modelo aprobado de intercambio automático de información financiera entre distintos Estados—, EEUU está actuando en consonancia con las normas prescritas por la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras (FATCA, por sus siglas en inglés).
El enfoque separado de Washington representa un riesgo para los esfuerzos internacionales emprendidos para luchar contra la evasión fiscal, el blanqueo de capitales y otros delitos financieros.
Lea más: Reforma fiscal de EEUU y corrupción impactan en la economía de México
"La confidencialidad financiera asegurada por EEUU ha causado mucho daño a los ciudadanos ordinarios de otros Estados, cuyas élites han utilizado al país norteamericano como un agujero donde se podían ocultar sus riquezas robadas", prosigue el informe.
La lucha desplegada en Europa contra los delitos financieros contribuyó a que sus productores y empresarios se marcharan a lugares en que esta no se libraba, opina Dmitri Abzálov, presidente del Centro de Comunicaciones Estratégicas (Rusia).
"Si un emprendedor puede elegir, optará por actuar sin riesgos de sufrir una expropiación de bienes o de ser acusado de cometer evasión fiscal", explicó Abzálov.
Según los cálculos de la Administración de EEUU, la aplicación de esta medida permitirá devolver al país aproximadamente 4 billones de dólares que han quedado perdidos en paraísos fiscales. Al mismo tiempo, Washington no quiere cambiar el régimen fiscal de sus zonas 'offshore'.
"El sueño de cualquier emprendedor es abrir una oficina en EEUU. Esta lógica trabaja para monopolizar el mercado de operaciones 'offshore', lo que empuja a distintos negocios a transferir sus recursos financieros en la jurisdicción única. Con todo eso, esta lógica no impide a los políticos estadounidenses hablar a voces sobre su lucha contra la corrupción y el blanqueo de capitales", concluye Abzálov.
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Comentarios
Publicar un comentario