Las perlas antileninistas del economista burgués Manuel Shuterland; Una exposición de la vigencia de las tesis leninista sobre el imperialismo; Equipo de Bitácora (M-L), 2018
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«Algunos debido a sus escasos conocimientos en materia geopolítica, económica y sobre todo en líneas generales de desconocimiento del marxismo-leninismo, no solo confunden y niegan el peligro de las relaciones neocoloniales, sino que también olvidan que los países imperialistas de la actualidad siguen ejerciendo una opresión nacional y/o colonial, ante lo cual guardan un silencio o emiten declaraciones nauseabundas negando el estatus colonial que todavía existen en varios territorios, teorizando diversas tesis sobre que esos territorios «han sido asimilados e igualados» al de las metrópolis que en su día les colonizó, y que por tanto estas zonas «ya no son colonias», dando carpetazo al tema, negando la cuestión nacional y colonial en nuestra época. Esto viene de no comprender para nada el funcionamiento del sistema imperialista en estos territorios y las vicisitudes que se pueden presentar, así las maniobras y la propaganda de los gobiernos imperialistas sobre estos territorios, a los cuales niegan el derecho de autodeterminación, son seguidos a pies puntilla por estas gentes.
Otros pretenden demostrar que como en algunas ocasiones el imperialismo ha concedido la soberanía estatal y ha dejado configurarse como Estado independiente a sus viejas colonias se habría demostrado que el imperialismo ha mutado e incluso que se ha vuelto altruista hacia los países subdesarrollados. No reconocen que esta independencia estatal se ha ganado a base de lucha y sangre en la mayoría de ocasiones, y que en otras los propios imperialistas no han visto rentable el continuo gasto de la presencia militar y todo el material destinado a mantener la colonia bajo sus manos, siendo estas las causas principales de los nuevos Estados neocoloniales. Pero todavía algunos cometen otro error más vulgar, el creer que con la consecución de la independencia estatal estos países han alcanzado soberanía político-económica, proclaman automáticamente que son estandartes del antiimperialismo sin pararse a ver el desarrollo de dichos gobiernos una vez alcanzada la independencia estatal. La gran mayoría de ellos una vez adquirido la soberanía estatal han caído en la dependencia económica de los imperialistas e incluso a veces de sus mismos viejos amos coloniales, convirtiéndose así de colonias a neocolonias; independientes estatalmente pero dependientes económicamente y por extensión políticamente. Acabaron enredados a través de deudas, pactos comerciales, invasión de capital extranjero y pactos militares que les inmovilizan». (Equipo de Bitácora (M-L); Las perlas antileninistas del economista burgués Manuel Shuterland; Una exposición de la vigencia de las tesis leninista sobre el imperialismo, 2018)
Preámbulo
Manuel Sutherland es un «celebérrimo» economista del mundo revisionista. Sus influencias son variadas dentro del revisionista «socialismo del siglo XXI»; por un lado ha militado en las filas del Partido Comunista de Venezuela (PCV) del que aún arrastra numerosos conceptos, pero también ha curtido su pensamiento económico en las universidades por lo cual lejos de alejarse de la economía burguesa ha obtenido como resultado notable influencia de ella. De hecho esto es la norma, muchísimos intelectuales procedentes de la burguesía y pequeña burguesía –y lamentablemente en ocasiones de extracción proletaria– horrorizados por los males del capitalismo, con la intención de entender el funcionamiento de la sociedad capitalista y superarla conectan por propia iniciativa o por consejo de terceros con círculos y autores etiquetados de marxistas –que no lo son–, o estrechan lazos simplemente con «pensadores» entendidos de «izquierda» –donde se abarca un sinfín de corrientes–, por lo que acaban influenciados por todo un enjambre de autores antimarxistas que se hacen pasar por ideólogos, politólogos, pensadores, analistas, economistas y filósofos «marxistas». Famosos son los jóvenes de inclinaciones «marxistas» que al salir de la universidad acaban más confundidos que al entrar. Esto ocurre debido a la endeble formación ideológica previa y a la debilidad en la personalidad que hace que estos sujetos sean altamente manejables. Por otro lado citar que las universidades aunque grandes fuentes de saber, están sistematizadas para albergar un conocimiento entendido desde la óptica burguesa y sus intereses: por tanto los «conocimientos marxistas» y muy seguramente los «docentes marxistas» –salvo honrosas excepciones– que allí allá no servirán nunca a la «causa», sino más bien la entorpecerán a través de la distorsión y la calumnia, «lecciones» de las cuales los alumnos aprenden para formarse su visión sobre qué es el marxismo.
Manuel Sutherland es pues un claro ejemplo de intelectual al servicio del revisionismo más atroz; se define a sí mismo como marxista «heterodoxo», que en esencia supone predicar las influencias y conciliación con todo tipo de corrientes antimarxistas sin llegar a comprende la gravedad de tal planteamiento.
Es ideólogos del llamado Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO), organización desde la cual se construyen y promueven todo tipo de teorías antimarxistas provenientes del influjo de distintas figuras históricas del revisionismo, por lo visto parece que este organismo está en horas bajas pues ha dejado de publicar sus estudios, pero Sutherland no ha cesado en sus labores de analista y propagandista revisionista.
Así mismo Sutherland ha estado al servicio tanto del Partido Comunista de Venezuela (PCV) como del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) desempeñando una labor de adoctrinamiento en las filas de estos partidos por medio de entrevistas, conferencias, discursos, difusión de sus obras, etc. Vale decir que otras organizaciones revisionistas, es el caso del Partido Comunista de España (PCE), usan sus artículos como presuntos ejemplos de economía política «socialista»; incluso el gobierno chino le concede entrevistas sabedor de que en sus planteamientos está a favor de un presunto capitalismo «controlado» que resulta en que es la misma línea de las tesis económicas del revisionismo chino. Estamos sin duda ante un economista de notable influencia entre los círculos del revisionismo moderno contemporáneo.
En el discurrir del documento veremos que Sutherland sustenta toda la defensa de sus tesis en nociones económicas capitalistas, burguesas por tanto, acompañadas por lo que parece ser un profundo desconocimiento marxista de economía política, de historia, e incluso de temas ligados a la actualidad geopolítica; demostrando una vez más que el revisionismo está ligado al desconocimiento –voluntario o no–, o directamente a la manipulación de la historia, para que esta cuadre con la argumentación planteada, métodos que defienden con suma virulencia aunque lo nieguen. En el caso que nos ocupa, Sutherland emplea una argumentación similar a la de los antiguos sofistas griegos, se vale una suerte de falsa argumentación para justificar sus infundios sin escatimar en el diversionismo que le permite centrarse en aspectos secundarios eludiendo por cuanto la cuestión principal de cada tema, incluso para estas cuestiones secundarias parte de falsas premisas en las que se apoya para intentar dar solidez a sus posteriores conclusiones.
Sus características son por tanto la mitificación subjetiva de la historia; escepticismo o directa negación de las leyes científicas actuales aunque no contraponga una nueva teoría científica que sustituya a la antigua; negación de la lucha de clases en el plano internacional y su análisis; negación de las contradicciones fundamentales de nuestra época; negación de la ley del desarrollo desigual del capitalismo; negación de la dependencia provocada por el imperialismo para mantener sus área de influencia; conciliación en la lucha de clases al defender un modelo de economía mixta.
Así pues hay una variedad de cuestiones a analizar relacionadas con este personaje: desde la validez o no de la teoría del imperialismo de Lenin; el proceso de monopolización que sufre el capitalismo; la importancia de saber diferenciar entre los métodos coloniales y neocoloniales del imperialismo; el rol de las inversiones extranjeras; el origen y desarrollo del imperialismo ruso, el socialimperialismo chino, o de imperialismo regionales como el brasileño; la cuestión de los ideólogos de las organizaciones revisionistas y su rol; la cuestión de si existen varias corrientes marxistas o no, etc. Todas estas cuestiones a tratar hacen que este documento aborde temas de absoluta vigencia, temas que sirven para comprender los fenómenos que el desarrollo de la dialéctica nos pone frente a nuestras narices, y que por lo demás son útiles para desmontar las teorías oportunistas de todos los revisionistas que mantienen las mismas posiciones, o similares, que esgrime Manuel Sutherland.
Vale expresar que no elegimos este tema porque tengamos una inquina particular a Shuterland, sino porque reúne varios de los tópicos oportunistas que nos sirven para ver la podredumbre de este tipo de gurús dentro de los círculos revisionistas. La publicación del presente documento corresponde a acabar de una vez con la perorata de aquellos que hablan constantemente de imperialismo incluso considerándose marxistas, pero no entienden nada de su naturaleza y actuación, reduciéndose el dichoso «imperialismo» a un ente abstracto y ambiguo del que se conoce poco y se idealiza mucho.
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Dos cosas:
1) Este documento permitirá al lector aclarar desde la teoría marxista-leninista ciertos conceptos de economía política: tal es el caso del concepto de imperialismo o antiimperialismo y sus implicaciones en la geopolítica actual.
2) Así mismo, la crítica en el contenido de este documento está fundamentada esencialmente en debates sostenidos entre Shuterland y Bitácora (M-L) a raíz de la popularización de algunas de sus tesis.
Notas
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