Un 13 de marzo pero de 1979, ese país caribeño logró liberarse del yugo inglés gracias a un grupo de militantes liderado por Maurice Bishop.
El 13 de marzo de 1979 un grupo de jóvenes militantes del Partido Nueva Joya, liderados por Maurice Bishop, derrotó la dictadura de Eric Gairy, anclado en el poder desde 1954.
La revolución granadina no derramó sangre en el territorio de esa nación, pequeña tanto en población como en riqueza.
El partido Nueva Joya construyó sin levantar sospechas y a lo largo de seis años un pequeño ejército que sólo llevo a cabo una acción militar: la del 13 de marzo. La indignación colectiva fue canalizada en esa sola acción a pesar de la brutal represión que vivía el pueblo granadino.
En su primer mensaje a la nación el líder popular, Maurice Bishop anunció:
“Esta revolución es para el trabajo, para la alimentación, para la vivienda decente y los servicios de salud, y para un futuro brillante para nuestros hijos y nietos. Los beneficios de la revolución serán para todos, sin importar cuáles sean las opiniones políticas de cada cual o a qué partido apoyan. Unámonos todos como uno solo...” (Granma, del 10-3-80).
En la Declaración de Principios de 1974 la organización Nueva Joya esbozaba los objetivos de la revolución: Participación activa del pueblo en la vida social y política, democracia popular, creación de cooperativas para activar la economía, sistema nacional de salud pública, desarrollo de capacidades y talentos populares y la cultura, control soberano de los recursos naturales, trabajo para todos, nivel de vida digno para todas las familias, libertad de conciencia, una sociedad justa.
En los primeros años, la revolución se enfocó en un esfuerzo para romper el carácter dependiente de la economía, superar el atraso agrícola e industrial y el combate al analfabetismo y el desempleo.
El modelo económico granadino intentó desarrollar cinco sectores estratégicos: agricultura, agroindustria, industria forestal, pesca y turismo. Para este último sector era imprescindible la construcción de un aeropuerto internacional en la isla.
El ideólogo de la reconstrucción nacional, Bernard Coard, al abrir la Primera Conferencia sobre la Ciencia y la Tecnología en Granada, desarrolló los cuatro pilares de la revolución:
“...Concebimos el proceso revolucionario como un proceso de cambio y desarrollo de nuestra sociedad, con cuatro revoluciones dentro de la revolución: la revolución política, la revolución económica, la revolución cultural y la revolución científica y tecnológica. Todas ellas han de ser desarrolladas para hacer avanzar el proceso de la revolución de Granada, siempre en ascenso”.
Sin embargo, el mismo Coard llevaría el debate sobre la revolución hacia posiciones sin retorno, que no entendían el escenario internacional en que se movía Granada ni las condiciones precarias en la isla que impedían el pleno desarrollo económico.
Coard ordenó un arresto domiciliario contra el líder social Maurice Bishop. Expertos aseguran que la Agencia de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) estuvo al tanto de todas las discrepancias y problemas suscitados en el seno del partido revolucionario Nueva Joya.
El 19 de octubre de 1983, una multitud salió a las calles agitando carteles con la consigna: "Queremos a Bishop no a Coard".
Lograron liberar a Bishop y llevarlo hasta el cuartel del Ejército en Fort Rupert pero en la noche Radio Free informó sobre la creación de un consejo militar que había tomado el poder y había decretado el toque de queda.
Utilizando como excusa los sucesos del 19 de octubre, el Gobierno de Estados Unidos trató de justificar su intervención a Granada con el lema de defender a los ciudadanos pero ya el 15 de octubre EE.UU. había planificado una acción militar conjunta llamada Operación "Furia Urgente".
La ciudad de St. Georges fue bombardeada desde aviones y helicópteros y 7.300 marines y paracaidistas invadieron la isla. Se registraron 88 muertos y más de 500 heridos. El presidente de Estados Unidos en ese entonces, Ronald Reagan declaró: "Llegamos justo a tiempo para evitar que Granada fuera ocupada por los cubanos".
Granada es una isla pequeña cuya principal fuente de ingresos es el turismo, sin embargo, antes de la invasión estadounidense, Granada carecía de aeropuerto.
Los Estados Unidos creyeron que las fuerzas revolucionarias de Cuba usaban la isla para armarse y guardar armamento pero en realidad los cubanos construían el aeropuerto para ayudar al turismo de la nación.
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